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Anticipando un duro invierno a la luz de la guerra en Ucrania, tres estados balcánicos acordaron el viernes ayudarse mutuamente con la posible escasez de alimentos o energía y han instado a la Unión Europea a incluir la volátil región en sus planes de apoyo.
Los líderes de Serbia, Macedonia del Norte y Albania celebraron una cumbre en Belgrado, la capital serbia, en el marco de la llamada iniciativa “Balcanes abiertos”, cuyo objetivo es reforzar los lazos económicos regionales e intensificar los esfuerzos conjuntos para la adhesión a la UE.
“Nos enfrentamos a un duro invierno y quien diga lo contrario no sería justo y no estaría diciendo la verdad”, dijo el presidente serbio Aleksandar Vucic.
Los funcionarios dijeron que los acuerdos firmados en la cumbre incluyen el compromiso de no limitar las exportaciones de alimentos entre los tres países y de cooperar en las importaciones de energía, ya que los precios de la electricidad y otros se han disparado en toda Europa.
El Primer Ministro de Albania, Edi Rama, pidió a la UE que no repita su “vergonzoso comportamiento” durante la pandemia de coronavirus que, según dijo, obligó a las naciones balcánicas a recurrir a China, Rusia y Turquía para adquirir rápidamente vacunas.
“Las perspectivas son realmente preocupantes”, dijo Rama, quien sugirió que el próximo invierno podría ser el peor desde la Segunda Guerra Mundial. Añadió que la crisis energética supondrá una fuerte presión sobre los presupuestos de los países balcánicos, que necesitarán ayuda adicional de la UE para comprar energía.
Los países de los Balcanes Occidentales son Albania, Serbia, Bosnia, Macedonia del Norte, Montenegro y Kosovo, que se encuentran en distintas fases del proceso de adhesión a la UE. La región sigue sufriendo la inestabilidad derivada de las guerras de los años 90 y las dificultades económicas que las siguieron.
Funcionarios de la UE y de EE.UU. han alabado la iniciativa “Balcanes abiertos” como forma de impulsar la cooperación regional y el libre comercio mediante la flexibilización de los procedimientos fronterizos y los impuestos. Los líderes de Serbia, Albania y Macedonia del Norte han instado a otros países de la región a unirse al proyecto.
“Este fue el paso correcto en el momento adecuado”, dijo el Primer Ministro de Macedonia del Norte, Dimitar Kovacevski. “Estamos aquí juntos para enviar un mensaje de solidaridad entre nuestros Estados y Gobiernos y de disposición a afrontar conjuntamente la crisis y el duro invierno al que nos enfrentamos”.
También asistieron a la reunión los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía y Hungría, que prometieron la ayuda de sus países a la región e instaron a la UE a acelerar la agenda de adhesión.
La reunión de Belgrado es la primera después de que la UE iniciara en julio las conversaciones de adhesión con Macedonia del Norte y Albania, tras años de espera. Aunque los países de los Balcanes Occidentales afirman que siguen comprometidos con la integración en el bloque, se teme que Rusia y China puedan intervenir a medida que se alargue el proceso.
La preocupación por la reanudación de la inestabilidad ha aumentado recientemente después de que las tensiones entre Serbia y Kosovo aumentaran el mes pasado por problemas de reconocimiento de las matrículas de los vehículos y los documentos de identidad de cada uno.
Serbia no reconoce la declaración de independencia de Kosovo de 2008. La UE ha mediado en la disputa, pero Belgrado mantiene estrechas relaciones con Moscú y se ha apoyado en Rusia y China para reclamar la antigua provincia.
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