Los servicios aéreos se vieron interrumpidos y varias personas tuvieron que ser hospitalizadas tras las tormentas de arena que asolaron partes de Oriente Próximo el lunes.
Desde Irán, en el este, hasta Arabia Saudí, en el oeste, el cielo se tiñó de un brillante color naranja mientras un espeso velo de arena caía sobre la región.
Las tormentas de arena son un fenómeno típico durante el verano, pero en los últimos meses un número sin precedentes de ellas ha barrido partes de Irak, Irán, Siria, Kuwait y Arabia Saudí.
Tres personas en Siria y una en Irak murieron en las tormentas de arena, que también enviaron a miles de personas a hospitales con dificultades respiratorias. Las tormentas también provocaron el cierre de aeropuertos, escuelas y oficinas gubernamentales.
Las autoridades iraquíes declararon el lunes día festivo nacional e instaron a los trabajadores del gobierno y a los residentes a permanecer en casa en previsión de la décima tormenta en los últimos dos meses.
Más de 1.000 personas fueron hospitalizadas en todo el país con problemas respiratorios, dijo a la AFP el portavoz del Ministerio de Sanidad, Seif al-Badr. El Ministerio de Sanidad iraquí dijo que había almacenado botes de oxígeno en las instalaciones de las zonas más afectadas.
El aeropuerto internacional de Kuwait suspendió todos los vuelos el lunes por segunda vez este mes debido al polvo y la baja visibilidad.
“Es un problema que afecta a toda la región, pero cada país tiene un grado diferente de vulnerabilidad y debilidad,” dijo a Associated Press Jaafar Jotheri, geoarqueólogo de la Universidad de Al-Qadisiyah en Bagdad.
Los expertos en medio ambiente han afirmado que el aumento de la contaminación, el cambio climático y la mala gestión gubernamental han provocado el aumento de la frecuencia de las tormentas de arena.
Los servicios médicos sirios se pusieron en alerta cuando la tormenta de arena azotó la provincia oriental de Deir el-Zour, fronteriza con Irak.
El Sr. Jotheri afirmó que la desertización, exacerbada por las escasas precipitaciones, está aumentando la intensidad de las tormentas en Iraq.
“Debido a 17 años de mala gestión del agua y de urbanización, Irak ha perdido más de dos tercios de su cubierta vegetal” dijo. “Por eso los iraquíes se quejan más que sus vecinos de las tormentas de arena en sus zonas.
La semana pasada, Irán cerró escuelas y oficinas gubernamentales en la capital, Teherán, a causa de una tormenta de arena que azotó con más fuerza la región desértica de Juzestán, en el suroeste del país. Decenas de vuelos procedentes del oeste de Irán fueron cancelados o retrasados, y más de 800 personas recibieron tratamiento por dificultades respiratorias.
La asociación meteorológica de Arabia Saudí predijo que la visibilidad en las carreteras de la capital, Riad, sería nula esta semana. Las salas de urgencias de la ciudad se vieron inundadas este mes con 1.285 pacientes que se quejaban de problemas respiratorios.
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