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Los organizadores de Chicago se comprometieron el viernes a continuar las protestas pidiendo cargos federales contra Jason Van Dyke el ex oficial de policía de Chicago liberado de una prisión estatal el jueves después de cumplir menos de la mitad de su sentencia de casi siete años por matar al adolescente negro Laquan McDonald.
El grupo que hablaba en una iglesia en el lado sur de la ciudad incluía a ocho personas detenidas el jueves dentro del tribunal federal en el centro de Chicago por violar la orden del juez principal para las manifestaciones. Sus detenciones se produjeron después de una protesta más amplia fuera del edificio.
William Calloway, un organizador de la comunidad entre los arrestados el jueves, dijo que el grupo enlazó brazos, cantó y se negó a salir como un acto planeado de desobediencia civil antes de que los alguaciles de EE.UU. los pusieran bajo custodia.
“Estamos dispuestos a sacrificar nuestra libertad en nombre de la justicia. Y todo lo que tengamos que hacer para continuar con este mensaje, todo lo que tengamos que hacer de forma pacífica para que se escuche nuestro mensaje y para conseguir justicia para Laquan McDonald, eso es lo que estamos dispuestos a hacer”, dijo Calloway.
Calloway dijo que el grupo de nueve personas detenidas juntas estuvo bajo custodia durante varias horas, compareció ante un juez federal y fue liberado el jueves.
La condena de Van Dyke lo convirtió en el primer oficial de Chicago en cerca de medio siglo en ser encontrado culpable de asesinato por una muerte en servicio. Pero las organizaciones locales argumentaron que su sentencia y posterior liberación anticipada por buen comportamiento era otra señal de inequidad en el sistema de justicia penal.
“Tenemos que marcar la pauta”, dijo Ja’Mal Green, un antiguo candidato a la alcaldía que estaba entre los detenidos. “Necesitamos cargos federales para que otros oficiales entiendan que si te comportas como Jason Van Dyke, serás procesado a nivel estatal y federal”.
La NAACP, la organización de derechos civiles más antigua del país, también instó el martes al fiscal general Merrick Garland a presentar cargos federales de derechos civiles contra Van Dyke por la muerte de McDonald.
El Departamento de Justicia no comentó esta semana la petición escrita dirigida a Garland. Los mensajes que buscaban comentarios de la oficina del fiscal de los Estados Unidos en Chicago el viernes no fueron devueltos inmediatamente.
Los cargos de derechos civiles presentados contra los agentes de la ley son raros, en gran parte porque los fiscales deben demostrar que violaron intencionadamente los derechos civiles de la presunta víctima. Ese es un listón más alto que un accidente, una negligencia o un mal juicio.
Un ejemplo de alto perfil comenzó el mes pasado en Minnesota, donde tres ex oficiales de Minneapolis que estaban con Derek Chauvin durante la detención que llevó al asesinato de George Floyd están acusados de violar los derechos civiles de Floyd al no intervenir.
Kina Collins, que se presenta como candidata al escaño en el Congreso de Illinois que durante mucho tiempo ocupó el representante demócrata Danny Davis, estaba entre los detenidos el jueves. El viernes, Collins se refirió a las muestras públicas de apoyo de los demócratas nacionales a Black Lives Matter y otros movimientos de protesta y dijo que la liberación de Van Dyke era una oportunidad para que tomaran medidas genuinas.
“La vicepresidenta Kamala Harris, el presidente Joe Biden … la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, Chuck Schumer, queremos que salgan todos”, dijo Collins. “Porque en 2020, los negros de este país no pusieron ninguna excusa. Nos presentamos a las urnas. Ahora les pedimos que se presenten por nosotros”.
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Los escritores de Associated Press Michael Balsamo y Michael Tarm contribuyeron.
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