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Una adolescente estadounidense adicta al vapeo se ha comprometido a no volver a retomar el hábito después de que una “sustancia química tóxica” presente en un cigarrillo electrónico la dejara hospitalizada y necesitara soporte vital.
Juliet Roberts, de 18 años, empezó a fumar a los 14 años, cuando sus amigos del colegio empezaron a usarlos, y dice que se enganchó rápidamente, pasando por un cigarrillo electrónico desechable cada dos semanas.
Sin embargo, cuatro años y medio de uso de cigarrillos electrónicos pasaron factura a los pulmones de la adolescente, que fue trasladada de urgencia al hospital el 7 de enero, con dificultades para respirar.
Según la Sra. Roberts, las radiografías revelaron que los años de consumo ininterrumpido de cigarrillos electrónicos habían dañado sus pulmones, además de una reacción adversa a un cigarrillo electrónico desechable “falso” que contenía una “sustancia química tóxica” y que le provocó una neumonía.
La adolescente tuvo la suerte de recuperarse “milagrosamente” después de que los médicos la pusieran en soporte vital durante cinco días. En total, pasó 12 días en el hospital, pero ahora, de vuelta a casa, a la Sra. Roberts se le dijo que todavía corre el riesgo de sufrir un ataque al corazón debido a la tensión en sus debilitados pulmones.
Sigue recibiendo oxígeno las veinticuatro horas del día y se somete a tratamientos con nebulizadores en casa dos veces al día, y le queda un largo camino de recuperación.
La Sra. Roberts, de Mount Pleasant, Tennessee, dijo: “Los médicos me dijeron que si no hubiera llegado hasta allí esa noche habría perdido la vida. Fue muy aterrador”.
“Me dijeron que básicamente me estaba muriendo, me alegro mucho de haber ido al hospital cuando lo hice”.
Tras ser admitida en el servicio de urgencias del TriStar Spring Hill, Juliet fue trasladada al TriStar Summit Medical Center el mismo día.
Juliet dijo: “Cuando te hacen una radiografía de los pulmones se supone que es negra y que lo único blanco que se ve son las costillas.
“Pero en mi radiografía casi no se podían contar algunas de mis costillas por lo blancas que eran.
“Eso fue por el daño del vape y la neumonía que me dio el vapeo.
“Creen que tal vez me hice con un falso desechable y tuve una mala reacción a causa de algún tipo de producto químico que había en él y que hizo que mis pulmones dejaran de funcionar.
“Dijeron que obviamente con lo constante que era con el vaping también empeoró la condición”.
La Sra. Roberts dice que los médicos le han advertido que debido al daño duradero hecho a sus pulmones, usar un vapeo de nuevo podría matarla. Debido a la terrible experiencia, no podrá trabajar como camarera durante tres a 12 meses, dependiendo de cuándo sus pulmones sean lo suficientemente fuertes como para respirar por sí mismos sin forzar su corazón.
La vida de la adolescente está ahora amenazada por el resfriado común, ya que contraer una enfermedad podría forzar aún más sus débiles pulmones. Sus amigos deben hacerse ahora las pruebas de Covid antes de venir a visitarla.
“Ahora mismo mis pulmones trabajan tanto que si me excedo corro el riesgo de sufrir un ataque al corazón: mi ritmo cardíaco salta a 150 cuando subo las escaleras, lo que es muy peligroso”, dijo la Sra. Roberts.
Después de su traumática experiencia, la adolescente, que jura no volver a vapear, espera ahora animar a otros a dejar de fumar, insistiendo en que “no merece la pena”.
La Sra. Roberts dijo: “No he vuelto a fumar desde el día que fui al hospital y no pienso volver a hacerlo nunca más”.
“El médico me dijo que acabaría con mi vida y esa es toda la información que necesito para dejarlo definitivamente”.
“Sólo quiero que la gente sepa que realmente no vale la pena. Quiero que se sepa que es tan peligroso como la gente dice y que es mucho más común de lo que la gente cree.”
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