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Pocos días después de que un adolescente armado asesinara a 19 niños y dos profesores en una escuela primaria de Texas, cuatro hombres -dos menores y dos adultos- fueron detenidos por suponer una amenaza en una escuela de la frontera entre Texas y México.
En una conferencia de prensa el jueves, el jefe del Departamento de Policía de Donna dijo a los periodistas que Nathaniel Seth Montelongo y Barbarito Pantoja, ambos de 17 años, habían sido acusados de asalto agravado con un arma mortal.
“Nuestros investigadores trabajaron diligentemente en este caso, federal y local”, dijo Gilbert Guerrero, el jefe del departamento. “Estamos bastante seguros de que hemos frustrado el plan de lo que iba a suceder y no va a suceder”.
Al parecer, una fuente anónima había avisado el martes a los agentes de la amenaza de violencia contra una escuela en la zona de Donna, una ciudad situada a unos 13 kilómetros de la frontera entre México y Estados Unidos.
“Detuvimos un acto de violencia física y de daño a nuestros estudiantes”, dijo el jefe de policía de Donna ISD, Donald O Christ.
Una investigación sobre el caso está en curso, el jefe agregó, y los detalles específicos no se dará a conocer en este momento.
De acuerdo con la ley de Texas, los dos adultos involucrados en la amenaza contra la escuela fueron acusados como adultos, mientras que los dos menores deberán comparecer ante un magistrado de menores.
El informe de la escuela del sur de Texas sobre una “amenaza creíble de violencia” llegó en la misma semana en que una escuela primaria de Uvalde fue atacada por un pistolero de 18 años.
Los agentes de ese tiroteo, a diferencia del caso de Donna, no detuvieron al tirador adolescente antes de que llegara a la escuela y abriera fuego contra decenas de estudiantes y matara a 21 víctimas.
Tras el tiroteo de Uvlade, los agentes que respondieron a la crisis han sido objeto de fuertes críticas después de que se revelara que la policía esperó fuera del aula durante casi 40 minutos antes de intentar detener al adolescente tirador.
El gobernador Greg Abbott admitió el viernes que las declaraciones anteriores que había hecho sobre la reacción de las fuerzas del orden a la masacre habían sido erróneas y que estaba “lívido” con la nueva información que había recibido.
“La información que me dieron resultó, en parte, inexacta”, dijo en una conferencia de prensa en Uvalde. “Estoy lívido por lo ocurrido”.
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