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Al menos 19 personas murieron y 27 resultaron heridas tras un atentado suicida perpetrado el viernes en un centro educativo de la capital afgana, Kabul, según informó un portavoz talibán.
La explosión dirigida a jóvenes estudiantes tuvo lugar en el centro educativo Kaaj, en el barrio Dasht-e-Barchi de Kabul, alrededor de las 7:30 horas locales.
Los estudiantes adolescentes estaban haciendo un examen en el momento de la explosión, dijeron funcionarios del centro educativo.
El atentado tuvo lugar en una zona dominada por la minoría hazara, que también ha sido objetivo de anteriores atentados.
El grupo Estado Islámico -principal rival de los talibanes desde su toma del poder en Afganistán en agosto de 2021- ha tenido como objetivo a la población de la comunidad hazara en el pasado.
Nadie reivindicó inmediatamente la autoría del atentado.
El portavoz del Ministerio del Interior de los talibanes condenó el ataque, diciendo: “Atacar objetivos civiles demuestra la crueldad inhumana del enemigo y su falta de moral”.
“Nuestros equipos han sido enviados al lugar de la explosión para averiguar más detalles”, añadió Abdul Nafi Takor.
Las perturbadoras imágenes tras el atentado mostraban escombros, manchas de sangre y bancos destrozados en un aula.
Otro vídeo mostraba a familiares llorando al llegar al lugar de los hechos y un cuerpo cubierto con una sábana blanca tendido en un pasillo.
Según informes locales, un terrorista suicida hizo estallar un artefacto dentro del centro educativo después de que un guardia de seguridad fuera asesinado.
Otro testigo presencial, un profesor, habría dicho que unas cuatro personas llegaron corriendo al centro y que se oyeron disparos antes de que uno se inmolara.
La comunidad chiíta hazara del país ha sufrido persecución durante décadas y los talibanes fueron acusados de abusar de la población cuando estuvieron en el poder en el país entre 1996 y 2001.
La situación de seguridad se ha deteriorado en Afganistán desde que el grupo militante tomó el control del ejército estadounidense.
A principios de este mes, dos empleados de la embajada rusa murieron, entre seis personas, en una explosión suicida cerca de la embajada rusa.
En agosto, una explosión sacudió una mezquita durante las oraciones del viernes, matando a 21 personas e hiriendo a otras 33.
La zona de Dasht-e-Barchi, donde tuvo lugar la explosión, ha sido objetivo de algunos de los peores ataques contra escuelas y hospitales.
El año pasado, antes de que los talibanes tomaran el poder, al menos 85 personas, principalmente estudiantes, murieron y cientos resultaron heridas tras un atentado con bomba dirigido a una escuela de niñas en Dasht-e-Barchi.
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