Los científicos del clima en Barcelona dicen que pintar los techos del icónico horizonte de la ciudad de blanco podría reducir las temperaturas en casi cinco grados centígrados durante las olas de calor.
En 2020, la ciudad soportó su año más cálido en más de 200 años con una temperatura promedio de 16,8 °C.
La frecuencia e intensidad de las olas de calor en las ciudades están aumentando debido al cambio climático, afectando la salud de la población. Los materiales de construcción urbana como el asfalto y el ladrillo almacenan la radiación solar durante el día y la liberan lentamente por la noche.
Investigadores del cambio climático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) son pioneros en un proyecto para pintar los tejados de la ciudad de blanco para reducir las temperaturas. La pintura aumentaría el porcentaje de luz solar reflejada por la superficie sin ser absorbida por el edificio.
Una combinación de pintar los techos y aumentar las áreas verdes urbanas del 32,5% al 35,9% de la ciudad podría reducir las temperaturas hasta en 4,7 grados centígrados durante las olas de calor, afirman los expertos.
Sergi Ventura, meteorólogo de la UAB, cuenta euronoticias: “En nuestro estudio, hemos detectado una reducción media de la temperatura de 0,8 grados durante las olas de calor. Y picos de hasta cuatro grados menos en determinados lugares y durante determinadas horas del día.
“Estamos colaborando con entidades públicas como [Barcelona’s] Plan Director Urbano. Están a favor de pintar los techos de blanco. Pero hasta ahora no se está haciendo nada. Esta es una estrategia de bajo costo. Y según nuestras predicciones, en una ciudad como Barcelona funcionaría incluso mejor que aumentar los espacios verdes”.
La disminución prevista en el calor también tiene efectos positivos en el consumo de energía: se estima que conduciría a un 26 por ciento menos de gasto en aire acondicionado.
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