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Decenas de diputados y lores han instado al ministro de Asuntos Exteriores a conseguir inmediatamente la liberación de un ciudadano británico encarcelado ilegalmente en Egipto, advirtiendo que tras una huelga de hambre de 200 días “puede que no viva mucho más”.
Alaa-Abdel Fattah, de 40 años, lleva consumiendo sólo 100 calorías al día desde mayo en protesta por la negativa de las autoridades egipcias a concederle una visita consular, a pesar de que su caso ha sido planteado en dos ocasiones por el ex primer ministro Boris Johnson, y por Liz Truss, como ministra de Asuntos Exteriores.
Desesperado, el desarrollador de software británico-egipcio anunció el jueves que reducirá su ingesta a cero calorías al día, antes de la cumbre de la Cop27 del próximo mes, organizada por Egipto, a la que asistirá una delegación británica de alto nivel.
Sesenta y cuatro parlamentarios y colegas de todas las tendencias políticas escribieron a James Cleverly, advirtiéndole de que la vida de Abdel-Fattah corre un “grave riesgo” e instándole a que aproveche todas las oportunidades de la cumbre sobre el clima para trabajar por su libertad.
Dijeron que la continua persecución y tortura psicológica del activista por parte de Egipto, un supuesto aliado, “nos preocupa seriamente el precedente que se está sentando para nuestros electores detenidos en Egipto, así como en otros países.”
“Nos preocupa especialmente que Egipto, un socio estratégico del Reino Unido desde hace mucho tiempo, actúe con aparente desinterés ante el legítimo deber de nuestro gobierno de cuidar a los ciudadanos británicos”, rezaba la carta firmada por personalidades como Lord Patten, David Jones, el duque de Norfolk, Desmond Swayne, Crispin Blunt y la baronesa Kennedy.
“La COP27, a pocos días de distancia, será un momento de intenso escrutinio público sobre Egipto. Varios grupos climáticos británicos importantes ya han expresado su preocupación por que la conferencia se utilice para ocultar las preocupaciones sobre los derechos humanos en el país”, continúa la carta.
“Entendemos que el gobierno del Reino Unido ha prestado un importante apoyo a los egipcios para llevar a cabo una compleja operación logística, y para asegurar el legado de la COP26. Le pedimos que también se asegure de que el Reino Unido aprovecha la oportunidad para asegurar la liberación de Alaa”.
El Sr. Abdel-Fattah ha sido encarcelado por todos los presidentes egipcios en su vida y ha pasado la mayor parte de la última década entre rejas.
Junto con otros miembros de su familia, ha sido objeto de repetidos ataques por parte de la administración del presidente Abdel Fattah el-Sisi, el ex jefe del ejército del país que irrumpió en el poder tras un golpe de Estado en 2013 que destituyó al impopular líder de los Hermanos Musulmanes Mohamed Morsi, quien posteriormente murió en prisión.
El desarrollador de software y padre de familia está cumpliendo actualmente su última sentencia de cinco años -que los pares y los diputados calificaron de “ilegal”. Fue condenado por difundir noticias falsas después de que compartiera publicaciones en las redes sociales en las que criticaba las terribles condiciones de las cárceles bajo el régimen respaldado por los militares.
Las autoridades egipcias han negado en repetidas ocasiones los abusos contra los presos en sus cárceles o que hayan reprimido las libertades.
Pero la familia de Abdel-Fattah teme que su vida penda ahora “de un hilo” y que muera -posiblemente en medio de la COP27- si no se toman medidas. Su hermana Sanaa, ciudadana británica que ha sido encarcelada tres veces en El Cairo, inició la semana pasada una sentada frente a la Oficina de Asuntos Exteriores, de la Commonwealth y de Desarrollo en señal de protesta.
“Me aterra pensar en lo que puede ocurrir cuando su cuerpo está ya tan débil”, dijo la Sra. Seif desde su tienda de campaña.
“Alaa lleva más de 200 días en huelga de hambre; en ese tiempo hemos tenido tres gobiernos, todos los cuales nos han defraudado, sin conseguir ni siquiera el acceso consular más básico. Es insoportable pensar que el actual caos político pueda costarle la vida.
“A pocos días de que comience la COP27 en Egipto, pregunto a los políticos británicos que van a asistir a la conferencia: ¿están realmente dispuestos a dejar que su ciudadano muera en su guardia?”
El secretario de Asuntos Exteriores en la sombra, David Lammy, diputado de la familia, visitó la sentada esta semana, donde dijo que estaba solicitando al FCDO que trabajara en el caso de Alaa.
“Esto ha durado ya demasiado tiempo. Demasiado tiempo. Otra familia en situación desesperada. Y, por supuesto, no debería tener que recurrir a una sentada para llamar la atención sobre estos asuntos”, dijo.
La carta interpartidaria del jueves decía que decenas de organizaciones internacionales habían pedido la liberación incondicional de todas las personas detenidas arbitrariamente en Egipto por ejercer sus derechos antes de la COP27.
La carta instaba ael ministro de Asuntos Exteriores para apoyar la convocatoria diciendo que “completaría un trabajo” iniciado por Liz Truss, aseguraría una victoria diplomática para Gran Bretaña y sería una importante “victoria para la democracia en todo el mundo”.
“Garantizaría que las negociaciones esenciales sobre el clima sigan siendo el foco principal en la COP27”, añadía la carta.
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