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Manifestantes en topless flanquearon el domingo al canciller alemán Olaf Scholz para manifestarse contra la dependencia de Berlín del gas ruso.
Dos mujeres, cuyos cuerpos estaban pintados con las palabras “embargo de gas ahora”, protagonizaron la protesta durante una jornada de puertas abiertas en la Cancillería de Berlín, donde el líder alemán había estado posando para fotografías con miembros del público.
El equipo de seguridad de la canciller los alejó rápidamente.
Algunos comentaristas han criticado a Scholz por no tomar medidas más contundentes contra el sector energético ruso, tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú hace seis meses.
Sin embargo, su coalición gobernante argumenta que un embargo total provocaría una grave caída económica para Alemania. En su lugar, ha indicado que eliminará progresivamente las importaciones de petróleo ruso para finales de año y las de gas ruso ya a mediados de 2024.
La manifestación en topless se produjo al final de una semana difícil para el Sr. Scholz, que ha luchado por mantener el apoyo público en medio de una inflación creciente.
El miércoles, el presidente de 64 años fue abucheado por una multitud en la ciudad de Neuruppin, mientras pronunciaba un discurso sobre los planes de su gobierno para hacer frente a la crisis del coste de la vida.
Se metió en un lío al no contradecir inmediatamente al presidente palestino Mahmud Abbas en una conferencia de prensa conjunta en Berlín, cuando acusó a Israel de cometer “50 holocaustos”.
Y el viernes, el partido de la oposición de Hamburgo le acusó de ocultar la verdad en una vista sobre una importante estafa fiscal que tuvo lugar durante su mandato como alcalde de la ciudad portuaria del norte, acusaciones que él niega, protestando en cambio por sus lagunas de memoria.
Para agravar estos acontecimientos, una encuesta publicada el domingo reveló que su índice de aprobación había caído del 46% en marzo a sólo el 25% en agosto.
En total, el 62% de los alemanes piensa que el político del Partido Socialdemócrata (SPD) está haciendo un mal trabajo, frente al 39% de hace cinco meses.
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