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Tres agentes de policía han sido declarados culpables de homicidio involuntario por la muerte de un hombre negro en París en 2015 y condenados cada uno a una pena de 15 meses de cárcel con suspensión, según ha declarado hoy un juez.
Amadou Koume, de 33 años, murió después de que los agentes lo inmovilizaran en el suelo en un bar, lo asfixiaran y posteriormente lo dejaran en la frente mientras tenía las manos esposadas a la espalda durante más de seis minutos.
Koume murió a consecuencia de una lenta “asfixia mecánica” según un experto médico, según escuchó el tribunal durante el juicio.
Su nombre se ha convertido en un lema de protesta contra la violencia policial en algunas comunidades de Francia.
Mientras el juez dictaba hoy la sentencia en el tribunal francés, Eddy Arneton, abogado de la familia Koume, dijo: “Escuchar la palabra ‘culpable’ es satisfactorio, pero la sentencia es relativamente indulgente”.
El fiscal había solicitado una condena condicional de un año, al considerar que se había utilizado la fuerza necesaria y proporcionada para inmovilizar a Koume, pero que los agentes fueron negligentes al dejarlo de frente.
Según AFPel magistrado acusó a los tres agentes de no haber comprobado nunca el estado de salud de Koume a pesar de la “vulnerabilidad psiquiátrica” de la víctima.
Los grupos de derechos humanos afirman que las acusaciones de trato brutal y racista por parte de la policía francesa hacia los residentes, a menudo de origen inmigrante, siguen sin resolverse, en particular en los suburbios desfavorecidos de la ciudad.
En 2020, cuando creció la indignación pública por la discriminación racial tras la muerte de George Floyd después de ser detenido por la policía en Estados Unidos, el gobierno francés prometió “tolerancia cero” con el racismo en las fuerzas del orden.
Los sindicatos policiales respondieron acusando al gobierno de convertirlo en chivo expiatorio de las profundas divisiones de la sociedad francesa.
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