El gobierno argentino anunció el jueves el nombramiento de un “superministro” de economía, el tercero en menos de un mes, mientras el país lucha contra la alta inflación y la caída de la moneda.
Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, dirigirá un nuevo ministerio que combinará los actuales de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, dijo el gobierno del presidente Alberto Fernández.
El nombramiento se produce sólo unas semanas después de que la izquierdista Silvina Batakis fuera designada como ministra de Economía, tras la abrupta dimisión del más moderado Martín Guzmán, que alegó que no estaba recibiendo apoyo político para hacer frente a los problemas económicos de Argentina.
Batakis se mantiene en el gobierno y dirigirá el banco estatal Banco Nación. El ex titular del ministerio de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, volverá a su anterior función de embajador en Brasil. Julián Domínguez, titular del Ministerio de Agricultura, el otro ministerio antes independiente, renunció.
Massa, un abogado que es un influyente dirigente de la coalición gobernante, deberá renunciar a su banca legislativa para ocupar el nuevo cargo en el Gabinete.
Batakis tomó posesión como ministro de Economía el 4 de julio, dos días después de que Guzmán dimitiera al estallar las tensiones dentro de la alianza de gobierno.
Desde entonces, el peso argentino, que ya se estaba hundiendo, se ha depreciado bruscamente en los mercados financieros en medio de una amplia expectativa de que una devaluación formal es casi inevitable en un momento en el que la inflación se sitúa en una tasa anual superior al 60%.
Massa, un poderoso ex alcalde que ha sido durante mucho tiempo un aspirante a la presidencia y tiene una fuerte base de apoyo entre los votantes de la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, es visto como una figura moderada que tiene una fuerte influencia política para negociar con diferentes miembros de la coalición, así como con la oposición.
Massa fue nombrado para el Gabinete de Fernández el mismo día que Batakis regresó de Estados Unidos, donde se reunió con funcionarios del Fondo Monetario Internacional en medio de preguntas sobre el futuro de un acuerdo para reestructurar 44.000 millones de dólares de deuda argentina.
Los miembros de izquierda de la coalición de gobierno, incluida la vicepresidenta Cristina Fernández, han sido muy críticos con el acuerdo con el FMI elaborado por Guzmán. Sostienen que incluye demasiadas concesiones que obstaculizarían el crecimiento económico de Argentina.
El nombramiento de Massa se produce después de varios días de especulaciones sobre la posibilidad de una reorganización del Gabinete, ya que cada vez está más claro que Batakis no cuenta con el respaldo de la coalición dividida para asumir esta función tan delicada desde el punto de vista político.
Los primeros rumores de que Massa se incorporaría al Gabinete provocaron una ligera subida del valor del peso el jueves, así como aumentos en los precios de los bonos del Estado y de las acciones locales.
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