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Un juez de Arizona dictaminó el martes que el republicano Abraham Hamadeh puede seguir adelante con su demanda de impugnación de los resultados de las elecciones a fiscal general, que perdió en uno de los comicios más reñidos de la historia del estado.
El juez del Tribunal Superior del condado de Mohave, Lee Jantzen, dictaminó que Hamadeh puede intentar probar su caso durante un juicio previsto para el viernes. En virtud de la ley de Arizona, se enfrenta a la alta exigencia de demostrar no sólo que los funcionarios electorales se equivocaron, sino que habría ganado sin su mala conducta.
Hamadeh perdió frente al demócrata Kris Mayes por 511 votos de un total de 2,5 millones. Su demanda alega que los problemas con las impresoras del condado de Maricopa provocaron una serie de problemas que privaron de sus derechos a los votantes. También alega que su carrera se vio afectada por el manejo inadecuado de las papeletas que fueron duplicadas o adjudicadas por humanos porque no podían ser leídas por los tabuladores.
En su fallo, que permite a Hamadeh seguir adelante por esos motivos, Jantzen desestimó su demanda de que los procedimientos de gestión de los votos por correo son inconstitucionales. Jantzen dijo que la demanda debería haberse presentado antes de las elecciones.
Pero Jantzen dijo que Hamadeh puede inspeccionar las papeletas en los condados de Maricopa, Pima y Navajo. Mayes ganó los condados de Maricopa y Pima, donde se encuentran Phoenix y Tucson. Hamadeh ganó el condado de Navajo, aunque alberga una gran población nativa americana que favoreció ampliamente a Mayes.
Jantzen no hizo ningún comentario sobre el fondo de las alegaciones de Hamadeh, pero dictaminó que tiene derecho a reunir testigos y pruebas para intentar demostrarlas.
El Tribunal Supremo de Arizona dictaminó hace casi un siglo que los errores de los funcionarios electorales, incluso los más importantes, no bastan por sí solos para anular unas elecciones; el candidato perdedor debe demostrar que los errores influyeron en el resultado.
Kari Lake, republicana que perdió las elecciones a gobernador, también intentará demostrar que debería haber ganado en un juicio que comenzará el miércoles. Lake se enfrenta al reto aún mayor de superar un déficit de 17.000 votos.
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