Audiencias del 6 de enero – últimas: Trump ‘careció de valor para actuar’ dice Biden, mientras el ex presidente arremete contra Fox & Friends

Cuando los jefes de Estado visitan Estados Unidos, el punto principal de su itinerario suele ser una visita a la Casa Blanca. Para el primer ministro húngaro, Viktor Orban, el mes que viene será dirigirse a una conferencia de activistas conservadores en Dallas.

La aparición de Orban en la Conferencia de Acción Política Conservadora, en la que estará acompañado por el ex presidente Donald Trump e iconos de la derecha como la diputada Marjorie Taylor Greene, republicana de Georgia, es el indicio más dramático hasta ahora de cómo un líder criticado por impulsar principios antidemocráticos se ha convertido en un héroe para segmentos del Partido Republicano.

Orban ha frenado la inmigración y ha puesto trabas a quienes imaginan una democracia europea más intermedia para su país. Lo ha hecho tomando el control del poder judicial y de los medios de comunicación de Hungría, lo que ha llevado a muchos analistas internacionales a etiquetarlo como el rostro de una nueva ola de autoritarismo. También se le acusa de permitir la corrupción y el nepotismo generalizados, utilizando los recursos del Estado para enriquecer a un estrecho círculo de aliados políticos.

El abrazo del movimiento conservador estadounidense a Orban se produce mientras se hace eco de las mentiras de Trump de que no perdió las elecciones presidenciales de 2020, castiga a los republicanos que intentaron responsabilizarle del atentado del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos y adopta nuevas restricciones al voto. Muchos expertos en política húngara temen que el GOP pueda aspirar a las tácticas de Orban.

“El lado trumpista del Partido Republicano viene por la retórica, pero se queda por la autocracia”, dijo Kim L. Schepple, un sociólogo de la Universidad de Princeton que ha estudiado a Orban. “Me preocupa que la atracción por Orban sea solo superficialmente el asunto de la guerra cultural y más profundamente sobre cómo evitar que el poder rote de sus manos”.

El fiscal que investiga si el expresidente Donald Trump y sus aliados trataron de interferir ilegalmente en las elecciones de 2020 en Georgia no puede interrogar a un legislador que firmó un certificado en el que se afirma falsamente que Trump ganó el estado, dictaminó un juez el lunes.

El juez del Tribunal Superior Robert McBurney estuvo de acuerdo con el senador estatal republicano Burt Jones en que la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, tenía un conflicto de intereses porque organizó una recaudación de fondos el mes pasado para el oponente demócrata de Jones en las elecciones de noviembre para vicegobernador. McBurney dijo durante una audiencia la semana pasada que la decisión de Willis de organizar la recaudación de fondos fue “un momento de ‘¿Qué estás pensando? La óptica es horrible”.

Willis puede seguir preguntando a otros testigos sobre Jones, dijo el juez, pero no podrá presentar cargos contra él. En su lugar, el Consejo de Fiscales de Georgia, una asociación no partidista de fiscales de distrito de Georgia, deberá nombrar a otro fiscal para que decida sique se presenten cargos contra Jones, uno de los 16 republicanos de Georgia que afirmaron falsamente ser los electores “debidamente elegidos y cualificados” del estado.

“El fallo de hoy es una gran victoria para nuestra campaña, pero sobre todo para el debido proceso y el estado de derecho en Georgia”, dijo Jones en un comunicado enviado por correo electrónico.

La oficina de Willis todavía estaba revisando la orden y no tenía un comentario inmediato, dijo el portavoz Jeff DiSantis.

Un guión original para el discurso de Donald Trump al día siguiente de la insurrección del Capitolio incluía palabras duras ordenando al Departamento de Justicia que “se asegure de que todos los infractores de la ley sean perseguidos con todo el peso de la ley’ y afirmando que los alborotadores “no me representan.” Pero esas líneas fueron tachadas con gruesos trazos negros, aparentemente por Trump, según las pruebas reveladas por los investigadores de la Cámara.

La representante de Virginia Elaine Luria, miembro demócrata del panel de la Cámara de Representantes que investiga el ataque del 6 de enero de 2021, tuiteó el lunes un breve vídeo que incluía testimonios de ayudantes de la Casa Blanca que hablaban del discurso de Trump del 7 de enero y una captura de pantalla del discurso, con notas y con líneas a borrar. En uno de los clips, la hija de Trump, Ivanka Trump, confirma al panel que el documento “parece una copia de un borrador de los comentarios para ese día” y la escritura “parece la letra de mi padre.”

Cuando el comité preguntó al asesor de la Casa Blanca Jared Kushner, marido de Ivanka, por qué Trump tachó líneas específicas, respondió, dos veces: “No lo sé.”

El panel publicó el video de 3:40 minutos como seguimiento de su audiencia final de verano la semana pasada, en la que los investigadores mostraron tomas de la grabación del discurso de Trump. En las tomas, Trump se frustra y discute la redacción con el personal presente, incluida Ivanka. En un momento dado, les dice “no quiero decir que las elecciones han terminado”. Enfadado, golpea su puño.

Cuatro personas discapacitadas de Wisconsin han presentado una demanda solicitando a un tribunal federal que garantice que podrán recibir ayuda para entregar sus papeletas, a pesar de que el Tribunal Supremo del estado, de tendencia conservadora, ha dicho que nadie más que el votante puede devolver las papeletas de voto por correo en persona.

La demanda, presentada el viernes en el Tribunal de Distrito de EE.UU. en Madison, se produce en respuesta a la sentencia de 4-3 del Tribunal Supremo de Wisconsin a principios de este mes y los comentarios de Meagan Wolfe, el administrador de la Comisión Electoral de Wisconsin.

El Tribunal Supremo del estado dictaminó que los buzones de voto en ausencia son ilegales y que sólo el votante puede devolver su voto en ausencia en persona a la oficina del secretario o a un lugar designado. El tribunal no abordó la cuestión de si los votantes pueden recibir asistencia al devolver sus votos por correo.

Wolfe, al hablar del fallo en una conferencia de prensa, dijo que “ahora mismo, el votante es el que debe enviar la papeleta por correo”. Wolfe se refería a una ley estatal que dice que los sobres del voto por correo “deben ser enviados por el elector, o entregados en persona, al secretario municipal que emite la o las papeletas.”

Los comentarios de Wolfe, junto con el fallo del tribunal, “transmiten un mensaje inquietante a los votantes con discapacidades: la asistencia en la devolución de la papeleta está prohibida en todas las circunstancias en todo Wisconsin”, dice la demanda.

La representante de California y miembro del Comité del 6 de enero, Zoe Lofgren, dijo a la MSNBC que “el Servicio Secreto recibió el 16 de enero instrucciones de los presidentes de 4 comités de la Cámara con jurisdicción para conservar todos los registros”.

“Once días después, permitieron que se borraran los mensajes de texto. Así que eso es preocupante”, añadió.

Hablando de la investigación del DHS sobre los mensajes de texto desaparecidos, la Sra. Lofgren dijo: “También me preocupa el Inspector General. ¿Por qué esperó meses y meses y meses antes de decirnos… que estos textos fueron borrados?”

“Se envió un destacamento bastante pequeño con el Vicepresidente al Capitolio, sabiendo que decenas de miles de personas armadas iban a estar allí en breve. ¿Cómo ocurrió eso?”, preguntó.

Marc Short, el antiguo ayudante del ex vicepresidente Mike Pence que sirvió como su jefe de gabinete durante los últimos meses de la administración Trump, habría aportado pruebas al gran jurado federal que investiga el ataque del 6 de enero en el Capitolio.

Según ABC News, el señor Short compareció ante el gran jurado el viernes. Fue fotografiado saliendo del juzgado de Washington DC donde se reúne el gran jurado junto a su abogado, el ex consejero especial de la Casa Blanca Emmett Flood.

Andrew Feinberg tiene los detalles.