Más de 1.000 niños están detenidos en Irak por cargos relacionados con la seguridad nacional, algunos de ellos debido a presuntos vínculos con el Isis, según un informe de Naciones Unidas que afirma que el número de menores detenidos ha aumentado significativamente en los últimos años.
El informe de la ONU sobre los niños y los conflictos armados señala que 1.091 niños -algunos de tan sólo nueve años- se encuentran entre rejas en Irak, lo que supone un “grave problema de protección”.
Se trata de un “fuerte aumento” respecto a la cifra registrada a finales de junio de 2019, cuando la ONU dijo que había 778 niños detenidos en Irak por cargos similares, siendo el más joven entonces de 10 años.
El informe se produce en medio de los llamamientos para la liberación de los niños detenidos por cargos similares en la vecina Siria, después de que los militantes del Isis tomaran a cientos de rehenes durante un ataque sin precedentes el mes pasado contra las mayores prisiones del país que albergan a los presuntos combatientes.
La agencia de la ONU para la infancia, Unicef, cuyos representantes han visitado la prisión de Gweiran, dijo que en el momento del ataque había al menos 600 niños, tanto sirios como nacidos en el extranjero, que “nunca deberían haber estado allí en primer lugar”. Otros miles están repartidos entre otros centros de detención y campos.
El Isis fue derrotado territorialmente en 2019 por una coalición liderada por Estados Unidos después de que el grupo ocupara franjas de Siria e Irak. Pero tres años después, las fuerzas de seguridad de ambos países están luchando para lidiar con las secuelas en curso, entre las que se encuentra cómo gestionar decenas de miles de presuntos militantes del Isis y sus familiares detenidos y un resurgimiento de los ataques del Isis.
Según la ONU, cientos, si no miles, de niños han sido retenidos en circunstancias inaceptables.
El informe de la ONU sobre Irak concluyó que los niños detenidos seguían teniendo dificultades para acceder a los servicios jurídicos, sociales y de otro tipo, con casos de detención preventiva prolongada y malos tratos. En algunos casos, los niños estaban recluidos junto a los detenidos adultos, añadía el informe.
La representante especial de la ONU para los niños y los conflictos armados, Virginia Gamba, dijo que los menores “deben ser considerados y tratados principalmente como víctimas”.
“Los niños retenidos por estos motivos deben ser liberados inmediatamente y entregados a actores civiles. Su detención sólo debe utilizarse como último recurso y durante el menor tiempo posible”, añadió.
Ha aumentado la preocupación por el número de niños entre rejas por su supuesta implicación con el Isis en ambos países, con renovados llamamientos para que los países repatríen a sus ciudadanos.
El informe dice que un total de 627 niños en Irak han sido repatriados a su país de origen desde agosto de 2019. Un informe similar publicado el año pasado para Siria, dijo que hasta junio de 2020, 791 niños de 22 países habían sido repatriados.
La ONU ha pedido a los países que intensifiquen sus programas de repatriación.
En reacción al informe de la ONU, Human Rights Watch (HRW), que ha documentado casos generalizados de tortura de niños detenidos en Irak, dijo que los menores nunca deberían ser detenidos por su supuesta asociación con grupos armados.
Jo Becker, directora de defensa de los derechos de los niños de HRW, pidió programas de reintegración para los niños que necesitan reincorporarse a la sociedad.
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