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Una mujer británica cuya condena por mentir acerca de haber sido violada en grupo en Chipre ha sido anulada, ahora quiere que se realice una nueva investigación sobre su caso, dicen sus abogados.
La estudiante universitaria de 21 años de Derbyshire se vio obligada a pasar cuatro semanas y media en una prisión en la capital chipriota de Nicosia durante el verano de 2019 después de alegar que fue agredida sexualmente por hasta 12 jóvenes turistas israelíes en una habitación de hotel en el complejo de fiesta de Ayia Napa.
La mujer, cuya identidad no puede ser revelada, fue acusada tras firmar una declaración de retractación 10 días después, pero desde entonces ha mantenido que los agentes la obligaron a revocar la acusación de violación.
Un juez chipriota le impuso una pena de cuatro meses de cárcel en suspenso en 2020 y la declaró culpable de daños públicos tras un juicio celebrado en el tribunal de distrito de Famagusta, en Paralimni.
La abogada británica de derechos humanos y directora de Justice Abroad, un grupo de asistencia jurídica que presta ayuda a la familia de la adolescente, añadió: “Queremos que se lleve a cabo una investigación adecuada. La sentencia del Tribunal Supremo dice que la policía y los tribunales cometieron errores.
“Esperamos que se investigue como es debido, como debería haberse hecho desde el principio. En resumen, consideraron que la interpretación de las pruebas por parte del juez fue tan mala que tuvieron que anular su decisión.”
El equipo de abogados ingleses y chipriotas de la joven llevó su recurso al Tribunal Supremo de Nicosia en septiembre, y el lunes se anuló su condena.
El Sr. Pollak argumentó que la policía chipriota está legalmente obligada – en virtud del Convenio Europeo de Derechos Humanos y la Constitución chipriota – a investigar adecuadamente el caso de su cliente
El abogado, que trabaja en el Church Court Chambers de Londres, añadió: “Estamos encantados con la decisión. No fuimos con un sentimiento positivo. Estábamos nerviosos antes de entrar. Estamos muy contentos con el resultado. El tribunal nos ha respaldado en casi todos los puntos.
“La familia está muy aliviada. Ahora queremos que otro cuerpo de policía se haga cargo e investigue como es debido. Ella está en la universidad, en eso se está concentrando. Ha pasado por muchas cosas. Es muy difícil para ella. La estamos ayudando a salir adelante”.
La denuncia presentada por la mujer fue revocada días después de que la hiciera. Entonces fue detenida y acusada de alteración del orden público y se dejó en libertad a 12 hombres israelíes de entre 15 y 22 años, que habían sido detenidos para ser interrogados.
La joven sostiene que fue obligada por los agentes a firmar una confesión en la que retiraba la denuncia por violación, y que el principal agente investigador, el sargento Marios Christou, la presionó para que dijera que había mentido y también la amenazó con hacer que la detuvieran a ella y a sus amigos.
Dijo que, después de estar detenida durante más de seis horas, aceptó escribir una declaración diciendo que había mentido sobre la violación en grupo. La joven fue diagnosticada con trastorno de estrés postraumático después de la experiencia.
La policía de Chipre y el sargento Christou han negado con vehemencia todas las acusaciones de mala conducta.
“Es un gran alivio saber que las autoridades de Chipre han reconocido los fallos de su proceso legal”, dijo su familia en un comunicado.
“Si bien esta decisión no excusa la forma en que fue tratada por la policía o el juez o las personas con autoridad, trae consigo la esperanza de que el sufrimiento de mi hija traerá al menos cambios positivos en la forma en que se trata a las víctimas de delitos”.
“Por supuesto, si se quiere hacer justicia, una autoridad tendría que recoger las pruebas que se recogieron en Chipre y hacer con ellas lo que debería haber ocurrido desde el principio”.
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