Se espera que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le diga el viernes al presidente chino, Xi Jinping, que Pekín pagará un precio si apoya las operaciones militares de Rusia en Ucrania, una advertencia que llega en un momento de profundización del conflicto entre las naciones.
Biden y Xi hablarán por teléfono, a las 9 de la mañana, hora del este (1 de la tarde, GMT), y Washington ya ha amenazado en privado y en público a funcionarios de bajo nivel del Gobierno chino con que un mayor apoyo a Rusia supone un riesgo de aislamiento para Pekín.
En la primera conversación entre los dos líderes desde noviembre, Biden “dejará claro que China asumirá la responsabilidad de cualquier acción que tome para apoyar la agresión de Rusia, y no dudaremos en imponer los costes”, dijo el jueves el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken.
“Nos preocupa que estén considerando ayudar directamente a Rusia con equipo militar para utilizarlo en Ucrania”, dijo.
China ha negado tales planes.
A Washington también le preocupa que China pueda ayudar a Rusia a eludir las sanciones económicas impuestas por las naciones occidentales.
La invasión rusa de Ucrania, ahora en su cuarta semana, ha matado a cientos de civiles, ha reducido las zonas de la ciudad a escombros y ha provocado una crisis humanitaria mientras millones de personas huyen del país.
También ha añadido un nuevo frente en la polémica relación entre Estados Unidos y China, desinflando las esperanzas iniciales del Sr. Biden de aliviar una amplia gama de disputas utilizando una conexión personal con el Sr. Xi que es anterior a su mandato.
Biden saludó calurosamente a Xi durante los primeros momentos de una videoconferencia en noviembre. El líder chino calificó a su homólogo estadounidense de “viejo amigo”.
Los funcionarios estadounidenses ven cada vez más las relaciones con Pekín a través del prisma de la competencia inherente, aunque quieren evitar una “guerra fría” o una confrontación directa entre las potencias rivales.
Washington considera que China se está acercando aún más a Rusia después de que Xi y el presidente ruso Vladimir Putin anunciaran el mes pasado una asociación estratégica “sin límites”.
China se ha negado a condenar la acción de Rusia en Ucrania o a calificarla de invasión, y ha censurado el contenido en línea en China que es pro-occidental o desfavorable a Rusia.
Pekín, aunque ha dicho que reconoce la soberanía de Ucrania, también ha dicho que Rusia tiene preocupaciones legítimas de seguridad que deben ser atendidas, y ha instado a una solución diplomática del conflicto.
Aunque el gobierno de Biden ha amenazado con medidas no especificadas si China ayuda a los esfuerzos de Rusia en Ucrania, los funcionarios se han resignado más a esa probabilidad.
Estados Unidos y sus aliados aún no han decidido con precisión qué medidas tomar contra China, según una persona involucrada en esas conversaciones.
Atacar a Pekín con el tipo de sanciones económicas extensas impuestas a Rusia tendría consecuencias potencialmente nefastas para Estados Unidos y el mundo, dado que China es la segunda economía más grande y el mayor exportador.
La reunión de siete horas que mantuvieron el lunes en Roma los asesores de bajo nivel de Biden y Xi fue descrita como “dura” e “intensa” por los funcionarios.
La administración del Sr. Biden aún no ha ofrecido pruebas de la afirmación de que China ha dado señales de estar dispuesta a ayudar a Rusia.
Moscú ha negado haber pedido ayuda militar a China, y el Ministerio de Asuntos Exteriores chino calificó la idea de “desinformación”.
El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, dijo esta semana que el país contaba con la ayuda de China para resistir el golpe de las sanciones occidentales que pretenden aislar la economía rusa del resto del mundo.
La guerra europea no es el único tema desafiante en la agenda de Biden y Xi.
También se espera que los dos líderes comparen notas sobre las conversaciones nucleares con Irán, los lanzamientos de misiles de Corea del Norte y Taiwán. China y EE.UU. también mantienen conversaciones comerciales por separado.
Reuters
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