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Para el presidente Joe Biden, los últimos días han aumentado las esperanzas de que la economía de EE. UU pueda pegar un aterrizaje suave—posiblemente evitando una recesión a medida que se acercan las elecciones de 2024.
La mayoría de los adultos estadounidenses tienen sentimientos pesimistas sobre el liderazgo económico de Biden, ya que la alta inflación ha eclipsado un mercado laboral fuerte. La ortodoxia económica sostiene desde hace tiempo que los esfuerzos de la Reserva Federal por frenar la inflación provocarían un aumento del desempleo y una recesión en el país.
Pero para el presidente y algunos economistas, el informe de empleo de abril publicado el viernes desafió esa teoría con su tasa de desempleo del 3,4% y 253.000 puestos de trabajo ganados.
El sólido informe sobre el empleo llegó tras una reunión de la Reserva Federal celebrada el miércoles, en la que se sugirió que el banco central estadounidense podría hacer una pausa en sus subidas de tipos, la principal herramienta para reducir la inflación de su todavía elevado 5% a algo más cercano al 2%. También han comenzado las conversaciones sobre la necesidad de elevar el límite de la deuda, y Biden ha invitado a los líderes del Congreso a la Casa Blanca para una reunión el martes con la esperanza de conseguir un compromiso para evitar el impago.
Para un presidente que busca un segundo mandato, Biden mostró un tono confiado el viernes cuando se reunió con sus ayudantes, incluso mientras presionaba a los legisladores del Partido Republicano para un aumento limpio en el límite de la deuda.
“Vamos en la dirección correcta y creo que estamos haciendo progresos reales” dijo sobre la economía en general, diciendo a los legisladores republicanos que no “deshagan todo este progreso” con el estancamiento del límite de la deuda.
La economía aún podría tropezar. Varios economistas pronostican una recesión este año, teniendo en cuenta los comodines de la guerra en Ucrania, las tensiones mundiales y la lucha por el límite de la deuda. Pero el aumento constante del empleo ha sugerido a algunos responsables políticos y economistas que es posible frenar la inflación sin despidos.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo a los periodistas el miércoles que las tendencias actuales van en contra de la historia.
“Se suponía que no era posible que las ofertas de empleo disminuyeran tanto como lo han hecho sin que subiera el desempleo”, dijo Powell. “Pues bien, eso es lo que hemos visto. No hay promesas, pero me parece que es posible que el mercado laboral siga enfriándose sin que aumente tanto el desempleo”.
Heidi Shierholz, presidenta del Instituto de Política Económica, un grupo de reflexión liberal, dijo que actualmente no hay señales de recesión.La Casa Blanca ha publicado estimaciones que muestran que las tensiones sobre el límite de la deuda, incluso si se llega a un acuerdo, podrían costar a la economía 200.000 puestos de trabajo.
Tampoco todos los economistas están convencidos de que la economía estadounidense haya escapado a la atracción gravitatoria de una recesión.
Muchos creen que podría producirse este mismo año, posiblemente dando forma a la campaña de 2024. El informe sobre el empleo podría ser sólo una tranquilidad temporal para Biden, más que una victoria duradera. El patrón histórico podría reafirmarse justo cuando la temporada de campaña empieza a intensificarse.
“El buen comportamiento del mercado laboral amortigua las expectativas de una recesión inmediata”, dijo Kathy Bostjancic, economista jefe de la aseguradora Nationwide. “Nuestra opinión sigue siendo que una recesión permanece en el horizonte, desarrollándose en la segunda mitad del año, pero las continuas y sólidas ganancias de empleo y el dinamismo del crecimiento salarial sugieren que podría comenzar más adelante en el año”.
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