By 
El presidente Joe Biden destacará las marcadas diferencias en la forma en que los demócratas abordan la subida vertiginosa de los precios de los medicamentos en comparación con sus homólogos republicanos, mientras se prepara para un esperado anuncio de reelección.
En un discurso pronunciado el miércoles en Las Vegas que podría servir de anticipo de la campaña que se avecina, Biden tiene previsto situar la cuestión de la reducción de los costes de los medicamentos en el centro de su programa político.
La Casa Blanca cree que tiene un mensaje ganador al mostrar la legislación aprobada el año pasado que se espera que ahorre a los contribuyentes miles de millones de dólares y reduzca el coste de los medicamentos para los aproximadamente 84 millones de estadounidenses que dependen de Medicare.
“Este tipo de ahorro dará a la gente un poco más de respiro, más comodidad a la hora de ir al supermercado a comprar su comida, más capacidad para pagar el alquiler, o tal vez simplemente para hacer algo decente por sus familias”, dijo el martes a la prensa el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, como anticipo de las declaraciones del presidente demócrata.
Biden planea hablar de cómo su administración está poniendo en marcha varias partes de esa ley, aprobada en un Congreso controlado por los demócratas el año pasado, que limitan el precio de la insulina, hacen que la mayoría de las vacunas sean gratuitas y permiten al gobierno federal negociar acuerdos sobre un puñado de medicamentos farmacéuticos para los afiliados a Medicare.
El gobierno federal espera obtener ahorros significativos de esas negociaciones y ganar dinero con una norma que obliga a los fabricantes de medicamentos a enviar a Medicare un cheque cuando suben los precios de los medicamentos por encima de la inflación.
Eso ayudará a apuntalar la red de seguridad social para los estadounidenses mayores, dijo Biden a los donantes demócratas el lunes en Rancho Santa Fe, California.
“No sólo es lo correcto para la gente, sino que reduce el déficit en 160.000 millones de dólares”, dijo.
La legislación ya limita el precio de la insulina a 35 dólares para los estadounidenses discapacitados y mayores que dependen de Medicare.
Biden ha propuesto ampliar ese límite a todos los estadounidenses, pero ese plan se enfrenta a una batalla cuesta arriba. Los esfuerzos por aprobar leyes que limiten el precio de la insulina para los estadounidenses sin seguro o con seguro privado fracasaron en el Congreso controlado por los demócratas el año pasado.
Biden, sin embargo, ha defendido el proyecto de ley del año pasado como un éxito para los millones de estadounidenses que no están en Medicare. Las empresas farmacéuticas, que se enfrentan a la presión pública tras haber triplicado los precios de este medicamento vital en las dos últimas décadas, han empezado a reducir voluntariamente el coste de la insulina. La farmacéutica Novo Nordisk anunció el martes que iba a reducir el coste de la insulina a unos 72 dólares el vial, tras el anuncio de su rival Eli Lilly de que empezaría a vender su genérico a 25 dólares.
“Esto se basa en el importante progreso que hicimos el año pasado cuando firmé una ley para limitar la insulina a 35 dólares para las personas mayores”, dijo Biden en un comunicado el martes sobre el anuncio de Novo Nordisk. “Insto a todos los demás fabricantes a seguir su ejemplo y a los republicanos en el Congreso a unirse a nosotros y limitar la insulina a 35 dólares para todos los estadounidenses”.
Otra parte de la ley que la administración espera que tenga efectos dominó para los estadounidenses: el requisito de que las compañías farmacéuticas paguen un reembolso a Medicare cuando aumenten el costo de los medicamentos más rápido que la inflación.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid no enviarán una factura a las compañías farmacéuticas hasta 2025, pero la agencia federal ya ha empezado a hacer un seguimiento de los precios de los medicamentos. El miércoles, los CMS identificarán 27 medicamentos cuyos precios aumentaron demasiado rápido, una medida que limitará el precio que los afiliados a Medicare tienen que pagar por esos medicamentos y que la administración espera que motive a los fabricantes de medicamentos a reducir su costo.
En las últimas semanas, Biden ha tratado de establecer un marcado contraste entre la forma en que su partido y los republicanos manejan la asequibilidad de la atención sanitaria, planteando en repetidas ocasiones la preocupación de que el GOP tratará de deshacer las disposiciones de ahorro de costes de Medicare o tratar de hacer recortes en el programa.
La semana pasada, Biden prometió hacer frente a los retos financieros a los que se enfrenta Medicare aumentando el tipo impositivo de Medicare del 3,8% al 5% para aquellos con ingresos anuales de 400.000 dólares o más.
Los líderes republicanos, que han negado públicamente las acusaciones de que vayan a recortar el programa, todavía tienen que unirse en torno a un plan para hacer frente a los inminentes déficits de Medicare. El año pasado, el Comité de Estudios Republicanos de la Cámara de Representantes propuso aumentar la edad de acceso a Medicare de 65 a 67 años.
El líder de la minoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, dijo a la prensa la semana pasada que el plan de Biden de subir los impuestospara Medicare “no verá la luz del día”.
___
Seitz reportó desde Washington. El periodista de Associated Press Chris Megerian en Washington contribuyó a este despacho.
Comments