Biden se reúne el viernes con alcaldes y jefes de policía

El presidente Joe Biden se reunirá el viernes con alcaldes, jefes de policía y funcionarios públicos locales para discutir cómo las ciudades están utilizando los fondos del paquete de ayuda contra el coronavirus de 1,9 billones de dólares en programas de vigilancia y seguridad pública.

Un funcionario de la Casa Blanca insistió en el anonimato para dar detalles de la reunión. Por la tarde, Biden tiene previsto pronunciar un discurso para pedir a los gobiernos estatales y locales que dediquen una mayor parte de sus gastos de ayuda contra el coronavirus a la seguridad pública.

El paquete de ayuda de 2021 incluía 350.000 millones de dólares para los gobiernos estatales, locales y tribales, dinero que podría destinarse a los departamentos de policía. Tras las muertes de varios estadounidenses de raza negra a manos de las fuerzas del orden, algunos demócratas y activistas de los derechos civiles han instado a recortar los presupuestos policiales. Los legisladores republicanos han criticado a Biden en medio del aumento de los delitos violentos, aunque el presidente ha dicho que cree que la policía necesita el dinero.

“La respuesta no es desfinanciar a la policía”, dijo Biden en su discurso sobre el Estado de la Unión en marzo. “Es financiar a la policía. Financiarla. Financiarlos”.

Entre los funcionarios que se reunirán con Biden se encuentran los alcaldes y jefes de policía de Detroit, Houston, Kansas City, Missouri, y Tampa, Florida. También asistirán los alcaldes de Tulsa (Oklahoma) y Toledo (Ohio), así como funcionarios de Baton Rouge (Luisiana) y del condado de Mercer (Pensilvania).

Los registros del FBI publicados el pasado mes de septiembre sugieren que Biden heredó un problema de crímenes violentos. En 2020, el año anterior a la toma de posesión de Biden, los homicidios aumentaron casi un 30% con respecto al año anterior, el mayor salto de un año documentado por el FBI. Hubo 21.570 asesinatos, la cifra más alta desde principios de la década de 1990, cuando los homicidios se mantuvieron por encima de los 23.000 al año.