El presidente Joe Biden ha dicho que está considerando la posibilidad de demoler la escuela primaria de Uvalde, Texas, donde 19 niños pequeños y dos profesores fueron asesinados la semana pasada en uno de los peores tiroteos masivos de la historia de Estados Unidos.
El senador estatal Roland Gutiérrez dijo a KSAT que el presidente prometió proporcionar recursos federales para arrasar potencialmente la Escuela Primaria Robb y construir un nuevo campus en la comunidad que quedó desgarrada por la masacre sin sentido.
“Dijo: ‘No me voy a ir. Voy a traer recursos. Vamos a buscar arrasar esa escuela, construir una nueva'”, dijo el demócrata, que representa a Uvalde.
“No puedo decirle cuántos niños pequeños con los que he hablado no quieren entrar en ese edificio. Están traumatizados. Están destrozados”.
El presidente y la primera dama, Jill Biden, visitaron el domingo el lugar de la masacre, donde pasaron un rato en un monumento improvisado para las 21 víctimas y depositaron un ramo de flores blancas.
El Sr. Biden se secó las lágrimas mientras miraba las fotografías de los niños de nueve, diez y once años asesinados y de dos profesores.
Al dirigirse a los legisladores locales, el Sr. Biden también dijo que estaba “tratando de conseguir dinero real para la asistencia sanitaria” para los miembros de la comunidad en duelo.
“Esta es una comunidad que va a necesitar terapia. Hay un psiquiatra en Uvalde, muy pocos terapeutas de salud mental. Vamos a cambiar eso. Es una necesidad”, dijo el Sr. Gutiérrez.
Los lugares de los tiroteos masivos suelen ser derribados, ya que los supervivientes luchan por volver al lugar del trauma, mientras que también existe la preocupación de que estos lugares atraigan a los fanáticos.
La escuela primaria Sandy Hook de Newtown (Connecticut) fue demolida después de que 20 estudiantes de seis y siete años y seis miembros del personal fueran asesinados a tiros por el pistolero de 20 años Adam Lanza en 2012.
En el mismo terreno se construyó una nueva escuela de 50 millones de dólares.
El distrito escolar de la Escuela Secundaria Columbine en Colorado también estaba considerando derribar el edificio diciendo que el sitio se había convertido en “una fuente macabra de inspiración y motivación” para las personas con “una fascinación mórbida” por el tiroteo masivo de 1999 que dejó 12 estudiantes y un profesor muertos.
Cientos de personas habían intentado entrar en el campus en los años posteriores al ataque, incluida Sol Pais, de 18 años, que viajó a Colorado desde su casa en Florida armada con una escopeta y munición en 2019, lo que provocó el cierre de la escuela.
Sin embargo, la propuesta de demolición del lugar fue archivada en 2019 tras las opiniones encontradas de la comunidad local.
Durante la visita del presidente a Uvalde el domingo, fue recibido por las súplicas desesperadas de las familias de las víctimas que gritaban “haz algo” al salir de una misa de mediodía en la iglesia católica del Sagrado Corazón.
El Sr. Biden prometió: “Lo haremos”.
Aumenta la presión sobre el presidente y el gobierno de EE.UU. para que introduzcan una legislación de reforma de las armas y pongan fin a la oleada de tiroteos masivos que devastan las comunidades de todo el país.
Sólo en las dos últimas semanas, el Sr. Biden ha viajado para consolar a dos comunidades desgarradas por la violencia armada.
Sólo 10 días antes de la masacre de Uvalde, un autoproclamado supremacista blanco y racista mató a tiros a 10 personas negras e hirió a varias más en una tienda de comestibles en Buffalo, Nueva York.
El pistolero Salvador Ramos compró legalmente dos rifles AR-15 y 1.657 cartuchos en los días posteriores a su 18º cumpleaños, el 16 de mayo.
El 24 de mayo disparó a su abuela en la cara antes de dirigirse a la escuela primaria Robb en la camioneta de la familia.
Abandonó el vehículo en una zanja cerca de la escuela y entró en el edificio a través de una puerta que estaba abierta.
Una vez dentro, Ramos se atrincheró en un aula donde mató a tiros a 19 estudiantes y dos profesores.
Finalmente fue abatido por agentes de la Patrulla Fronteriza después de que los funcionarios irrumpieran en el aula.
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