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El presidente Joe Biden quiere que Ucrania gane la guerra contra Rusia. Pero él no quiere la Tercera Guerra Mundial, especialmente con armas nucleares.
Equilibrar esos dos objetivos ha sido difícil, y la tensión se mostró particularmente en la cumbre de la OTAN en Vilnius esta semana.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, hizo una demanda emocional, incluso cáustica, de un camino claro para unirse a la alianza.
Pero Biden, que iba a tratar de mostrar la fuerza de la OTAN en un discurso de síntesis el miércoles por la noche, no estaba dispuesto a dar ese paso, incluso cuando Estados Unidos continúa proporcionando más armas y municiones que cualquier otro país a Ucrania.
Las prioridades contrapuestas en medio de la guerra más sangrienta de Europa en generaciones crearon una corriente subterránea de fricción incluso cuando Biden y Zelenskyy proyectaron un frente unido durante su reunión cuando la cumbre llegaba a su fin.
El encuentro público tuvo la vibra de dos líderes limpiando el aire, y cada uno elogió de manera notoria a su contraparte.
Biden elogió a Zelenskyy y a los ucranianos por su coraje al decir que “ha sido un modelo para que lo vea todo el mundo”. Zelenskyy agradeció a Biden y al pueblo estadounidense por miles de millones de dólares en asistencia militar y dijo que “usted gasta este dinero en nuestras vidas”.
Con una corbata a rayas azules y amarillas con los colores de la bandera ucraniana, Biden reconoció que Zelenskyy ocasionalmente no ha sido satisfecho por solicitudes de armas incumplidas.
“Solo puedo imaginar la frustración”, dijo Biden. “Sé que muchas veces te sientes frustrado acerca de si las cosas te llegan lo suficientemente rápido, qué te está afectando y cómo lo estamos consiguiendo. Pero les prometo que Estados Unidos está haciendo todo lo posible para conseguirles lo que necesitan”.
Biden también dijo que la guerra había creado un sentido de unidad para oponerse a la agresión internacional.
“Está uniendo al mundo”, dijo. “Es un precio muy alto a pagar, pero está uniendo al mundo”.
La reunión se produjo después de algunos otros encuentros entre Biden y Zelenskyy en la cumbre. Se sentaron uno al lado del otro en la reunión inaugural del Consejo OTAN-Ucrania, un nuevo foro que pretende dar a Kiev una mayor voz dentro de la alianza.
Y compartieron el escenario cuando el Grupo de los Siete, que incluye a los países democráticos más poderosos del mundo, anunció planes para asistencia de seguridad a largo plazo para Ucrania.
Pero el miércoles por la tarde fue la primera oportunidad para que Biden y Zelenskyy se sentaran en privado con sus asesores, después de sus comentarios públicos.
Y para entonces, Zelenskyy había suavizado su tono considerablemente. De camino a Vilnius el martes, criticó los vagos planes de la OTAN para la eventual membresía de Ucrania, tuiteando: “No tiene precedentes y es absurdo cuando no se establece un marco de tiempo ni para la invitación ni para la membresía de Ucrania”.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, dijo que todos “deben ver de frente el hecho” de que permitir que Ucrania se una a la OTAN en este momento “significa una guerra con Rusia”.
“Ese es un hecho ineludible”, le dijo a CNN.
Sullivan le dio crédito a Biden por asegurar que la OTAN esté “más unida, más determinada y más decisiva que en cualquier otro momento”.
“Ese es el legado del presidente Biden en lo que respecta a la OTAN, y es uno del que puede estar muy orgulloso”, dijo.
En una entrevista con The Associated Press antes de que Biden partiera de viaje, el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, dijo que el presidente ha estado “yendo en la dirección correcta pero no lo suficientemente rápido” cuando se trata de apoyar a Ucrania.
“Las transferencias de armas nunca parecen ocurrir tan pronto como se anuncian”, dijo McConnell, un republicano de Kentucky. Aunque los ucranianos están “extremadamente agradecidos por la ayuda”, dijo, la asistencia “con frecuencia no llega lo suficientemente pronto como para ser más efectiva”.
Aunque McConnell ha sido un firme partidario de enviar ayuda a Ucrania, otros republicanos han expresado su escepticismo, lo que genera incertidumbre sobre la capacidad de Biden para asumir compromisos financieros a largo plazo.
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