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El viernes, un juez de Los Ángeles parecía muy inclinado a permitir que Bill Cosby se acogiera al privilegio de la Quinta Enmienda y evitara prestar declaración en la demanda de una mujer que alega que abusó sexualmente de ella cuando tenía 15 años a mediados de la década de 1970.
En una audiencia para argumentar la cuestión, el juez del Tribunal Superior Craig Karlan estuvo de acuerdo con el abogado de Cosby en que el hombre de 84 años tiene un temor razonable de volver a enfrentarse a cargos penales por una o más de las muchas acusaciones de agresión sexual que se han ventilado públicamente contra él, y tiene derecho a evitar decir cualquier cosa bajo juramento que pueda dar lugar a tales cargos.
“Parece que tiene un miedo razonable a ser procesado, y si saliera nueva información, eso podría hacer que un fiscal cambiara de opinión”, dijo Karlan. “No veo cómo se podría encontrar lo contrario, aparte de concluir que tiene un miedo razonable”.
Los abogados de Judy Huth, que alega que Cosby la obligó a realizar un acto sexual con él en la mansión Playboy alrededor de 1974, buscan obligar a Cosby a prestar una segunda declaración. Los abogados de Cosby han negado la acusación. Él prestó una primera declaración poco después de que se presentara la demanda en 2014, antes de sus dos juicios penales y una condena posteriormente anulada en Pensilvania
El abogado de Huth, John Steven West, argumentó que las acusaciones contra Cosby se han ventilado durante años, y que todos los supuestos incidentes se remontan a décadas atrás. Dijo que cualquier acusación penal ya se habría presentado.
“Los hechos que se conocen muestran de forma abrumadora que el señor Cosby no tiene un miedo realista a ser procesado”, dijo West. “A pesar de que durante 16 años su nombre ha estado a la cabeza de las acusaciones de mala conducta sexual, ha habido exactamente un procesamiento”.
West señaló que la policía de Los Ángeles investigó las acusaciones de Huth hace siete años, que el fiscal del distrito se negó a presentar cargos y que otros fiscales han hecho lo mismo con otras acusadoras de Cosby.
El juez no se creyó el argumento.
“El hecho de que los fiscales declinen presentar cargos, no significa que un nuevo fiscal elegido no vaya a tener una opinión diferente”, dijo Karlan, “ni tampoco cualquier futuro fiscal de distrito estaría obligado por una decisión de no procesar”.
El juez tenía previsto emitir un fallo por escrito más tarde, pero dejó pocas dudas de que favorecería a Cosby.
La abogada de Cosby, Jennifer Bonjean, argumentó, y el juez estuvo de acuerdo, que el caso de Pensilvania era un cuento con moraleja que se aplicaba aquí. Cosby, creyendo que tenía la seguridad de un fiscal de que no se enfrentaría a cargos, fue procesado después de hacer revelaciones perjudiciales en una demanda civil de 2005.
“Le dijeron que no lo iban a procesar”, dijo Bonjean, “y luego, 10 años después, se lo revocaron, ¿después de qué? Después de que prestara declaración”.
Esa revocación es lo que llevó a un tribunal de apelación de Pensilvania a anular la condena de Cosby en junio, después de haber cumplido casi tres años de prisión.
Cosby se había convertido en la primera celebridad condenada por agresión sexual en la era #MeToo cuando el jurado en su nuevo juicio de 2018 lo declaró culpable de drogar y abusar de la administradora deportiva universitaria Andrea Constand en 2004.
A principios de esta semana, Bonjean pidió a la Corte Suprema de Estados Unidos que rechazara un intento de los fiscales de revivir el caso.
Cosby ya era un actor y comediante negro pionero cuando creó el “Cosby Show” en la década de 1980. Más tarde, un aluvión de acusaciones de agresión sexual destruyó su imagen de “padre de América” y llevó a acuerdos judiciales multimillonarios con al menos ocho mujeres.
La de Huth es una de las pocas demandas a las que todavía se enfrenta.
Karlan aceptó un aplazamiento más, de abril a mayo, del juicio en el caso largamente retrasado, pero dijo el viernes que estaba decidido a que la fecha de mayo se mantuviera y que el juicio con jurado comenzara.
The Associated Press generalmente no nombra a las presuntas víctimas de agresión sexual a menos que hablen públicamente, como lo han hecho Huth y Constand.
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