Un ex asistente de entrenador de la NFL ha sido condenado a tres años de prisión por un accidente en el que conducía ebrio y que dejó a una niña de cinco años con una grave lesión cerebral.
Britt Reid, hijo del entrenador jefe de los Kansas City Chiefs, Andy Reid, y empleado del equipo, conducía a 84 mph en una zona de 65 mph cuando su camioneta Dodge Ram chocó contra dos coches aparcados en una rampa de la interestatal cerca del estadio Arrowhead del equipo.
Ried aceptó un acuerdo con los fiscales antes de ser sentenciado por el incidente del 4 de febrero de 2021, que tuvo lugar unos días antes de que los Chiefs jugaran la Super Bowl, según KTVU.
Ariel Young fue uno de los cinco heridos. Según el medio de comunicación local, su familia dice que, aunque su salud ha mejorado, todavía se arrastra mucho, tiene mal equilibrio y debe llevar gafas gruesas para la vista.
Un abogado de su familia ha criticado a los fiscales por aceptar un acuerdo de culpabilidad o por intentar garantizar la pena máxima de siete años de prisión.
Reid tenía un nivel de alcohol en sangre de 0,113 por ciento dos horas después del accidente, dijo la policía. El límite legal es de 0,08 por ciento.
Después de la sentencia, un abogado de la familia dijo que estaban indignados porque Reid no recibió los siete años completos permitidos por la ley.
“Ninguna cantidad de tiempo de prisión será suficiente para castigar al acusado por el dolor y el sufrimiento que causó a esta familia y las continuas dificultades que Ariel seguirá soportando por el resto de su vida”. dijeron en un comunicado.
El abogado de Reid, JR Hobbs, dijo en un comunicado que su cliente respetaba la decisión del juez.
“Lamenta sinceramente y acepta la responsabilidad por su conducta y espera y reza por la continua recuperación de (Ariel)”, decía el comunicado.
Los Chiefs ya habían llegado a un acuerdo confidencial con la familia de la joven para pagar su tratamiento médico en curso y otros gastos.
“Realmente me arrepiento de lo que hice”. Reid dijo en ese momento, según KTVU. “Cometí un gran error. Pido disculpas a la familia. No quise herir a nadie”.
La policía dijo que uno de los coches tenía la batería descargada y que la madre de Ariel había llegado al lugar para ayudar.
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