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Un piloto griego juzgado por el asesinato de su esposa británica rompió a llorar mientras el tribunal escuchaba extractos del diario de ella que detallaban su violenta relación.
El tribunal de Atenas fue informado de que Caroline Crouch había escrito que quería poner fin a su matrimonio con Babis Anagnostopoulos, pero que se había quedado embarazada y no quería que su hijo creciera con ambos padres.
Más tarde le dijo a Anagnostopoulos en julio de 2020, cuando su bebé tenía un mes de edad, que quería romper.
El hombre de 33 años está acusado de asfixiar hasta la muerte a la Sra. Crouch, de 20 años, en su casa familiar en un suburbio de Atenas en mayo de 2021, y también de matar al cachorro de la pareja y organizar un falso robo en un intento de encubrir su crimen. Ha admitido haber matado a su esposa, pero niega el asesinato premeditado, que conlleva una pena de cadena perpetua.
Una entrada del diario leída por el juez decía: “Volví a pelearme con Babi. Esta vez fue grave.
“Le pegué, le insulté y rompió la puerta.
“Lo único que quería era que me preguntara cómo estaba cuando me despertara. Me desperté tan débil y cansada”.
El Sr. Anagnostopoulos comenzó a llorar ante esto, según el Daily Mail.
Está previsto que el piloto preste declaración el miércoles.
Anagnostopoulos dijo originalmente a la policía que fue atado por cuatro ladrones que pusieron una pistola en la cabeza de su hijo, estrangularon a su esposa y luego se escaparon con 10.000 libras en efectivo. Sin embargo, la policía descubrió que el examen de los dispositivos móviles, un smartwatch con un monitor de ritmo cardíaco utilizado por Crouch, y las cámaras, habían establecido una línea de tiempo que se contradecía con el testimonio del piloto.
Más tarde admitió el asesinato afirmando haber actuado en un ataque de ira después de que su esposa amenazara con irse, llevándose a su hija de 11 meses.
Cuando el juicio se reanudó el martes, después de una pausa de tres semanas durante la Pascua griega ortodoxa, Anagnostopoulos fue conducido al tribunal rodeado de agentes de policía armados.
El mes pasado, la consejera de su esposa, Eleni Mylonopoulou, declaró ante un tribunal de Atenas que la señora Crouch había estado recibiendo terapia durante seis meses antes de que sus visitas cesaran repentinamente después de 12 sesiones.
“Fue cuando Caroline comenzó a notar sus frecuentes ausencias de los domingos”, dijo Mylonopoulou en su testimonio.
El terapeuta de la señora Crouch dijo al tribunal que las sospechas de infidelidad de la británica llegaron en “un momento crucial” y que empezó a tener “miedo” de su marido”.
El tribunal también escuchó a varios testigos de una asociación de animales que ayudó a la señora Crouch a adoptar a su perro Roxy.
La abogada Evangelia Tsanopoulou, que lleva la acusación contra Anagnostopoulos por la muerte del animal, dijo: “El asesinato de Roxy fue la acción de un asesino a sangre fría. Utilizó al perro para ayudar a escenificar que los ladrones habían llevado a cabo el crimen.
“Mató al perro porque quería matar todo lo relacionado con Caroline, que quería mucho a Roxy. Y lo hizo de la manera más cruel, colgando a su mascota”.
El juicio continúa el miércoles.
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