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El ejército estadounidense recibió más de 500 informes sobre OVNIs hasta agosto de 2022, de los cuales más de 170 nuevos avistamientos reportados en los últimos dos años permanecen “sin caracterizar y sin atribuir”.
El informe 2022 del Pentágono sobre fenómenos aéreos no identificados (FANI), más comúnmente conocidos como ovnis, fue publicado el jueves por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI).
El informe fue elaborado por el Director Nacional de Inteligencia para la Aviación de la ODNI y la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO).
En él se catalogaba información de muchas agencias estadounidenses, entre ellas la Administración Federal de Aviación, la Nasa, la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica y el Departamento de Energía.
El documento incluye alrededor de 510 informes de FANI recopilados en todas las agencias mencionadas, de los cuales 366 fueron identificados recientemente desde la creación de AARO el año pasado.
Casi la mitad de los 366 FANI recién identificados eran o bien drones o “entidades similares a globos”, o simplemente “desorden” aéreo de pájaros o bolsas de plástico de la compra.
Sin embargo, según el informe, alrededor de 171 de los avistamientos notificados siguen “sin caracterizar ni atribuir”.
“Además de los 144 informes UAP cubiertos durante los 17 años de informes UAP incluidos en la evaluación preliminar de la ODNI, ha habido 247 nuevos informes y otros 119 que fueron descubiertos desde entonces o informados después del período de tiempo de la evaluación preliminar. Esto suma un total de 510 informes de amenazas no identificadas a 30 de agosto de 2022”, señala el informe.
“Algunos de estos FANI no caracterizados parecen haber demostrado características de vuelo o capacidades de rendimiento inusuales, y requieren un análisis más detallado”, señaló.
Los avistamientos de ovnis han aumentado significativamente en los dos últimos años.
El informe destacaba los riesgos para la seguridad de la aviación que plantean estos FANI, en concreto debido al creciente uso de drones.
Los FANI “siguen representando un peligro para la seguridad de los vuelos y suponen una posible amenaza de recogida de adversarios”, mientras que varios informes “carecen de datos suficientemente detallados para permitir la atribución de FANI con alta certeza”, según el Pentágono.
“Los eventos UAP continúan ocurriendo en el espacio aéreo restringido o sensible, destacando posibles preocupaciones por la seguridad del vuelo o la actividad de recolección adversaria”, agregó el informe.
El ODNI señaló que continuaría “evaluando que esto puede ser el resultado de un sesgo de recolección debido al número de aeronaves y sensores activos, combinado con la atención y orientación centradas para informar anomalías”.
“La seguridad de nuestro personal de servicio, nuestras bases e instalaciones, y la protección de la seguridad de las operaciones estadounidenses en tierra, cielos, mares y espacio son primordiales”, dijo el secretario de prensa del Pentágono, Pat Ryder, en un comunicado el jueves.
“Nos tomamos en serio los informes de incursiones en nuestros espacios designados, terrestres, marítimos o aéreos y examinamos cada uno de ellos”, añadió.
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