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Las autoridades colombianas encontraron casi 20.000 cocos llenos de cocaína líquida en un cargamento con destino a Italia.
El cargamento fue encontrado gracias a una investigación coordinada entre la Dirección Especializada contra el Narcotráfico de la Fiscalía General de la Nación y la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, según un comunicado de prensa emitido el jueves por la Fiscalía Nacional de Colombia.
El cargamento iba a salir del puerto de Cartagena en Bolívar con destino a Génova en Italia.
Las autoridades dijeron que se encontraron 504 bolsas de lona con 19.780 cocos de exportación que contenían cocaína líquida.
“Al realizar la inspección, se estableció que el agua de la fruta tropical había sido cambiada por cocaína líquida”, dice el comunicado de prensa en español.
Los cocos fueron enviados a un laboratorio especializado para establecer la cantidad exacta de la droga que fue inyectada en los cocos.
La Fiscalía dijo que se están realizando investigaciones para determinar los responsables, así como el lugar donde se cargaron los cocos.
También se notificará a las autoridades italianas sobre la estructura de tráfico de drogas que debía recibir el cargamento.
No es la primera vez que se utilizan cocos y otras frutas y verduras para el contrabando de drogas.
En 2017, las autoridades del aeropuerto de Madrid descubrieron un cargamento de cocos frescos a los que se les había inyectado un total de 60 gramos de cocaína líquida, informó Vice.
Un año después, la policía de Madrid encontró más de 65 kg de cocaína escondida dentro de piñas en un mercado de alimentos.
En 2016, las autoridades de Hong Kong encontraron un cargamento de fruta del dragón amarilla que había sido inyectada con cocaína líquida.
La fruta, procedente de Colombia vía Londres, había sido ahuecada, rellenada con el líquido de la cocaína y luego sellada con pegamento.
Hace tan sólo unas semanas, las autoridades británicas encontraron cocaína dentro de latas de alubias cocidas y leche de coco. En 2020, se encontró cocaína por valor de 4 millones de libras esterlinas oculta en verduras o suspendida en líquido en la carga de los vuelos en el aeropuerto de Gatwick.
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