By 
China acusó el martes a Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia de transitar por un “camino de errores y peligros”, al tiempo que calificó su pacto de defensa submarina como un acto ilegal de “proliferación nuclear”.
En virtud de la asociación nuclear de 18 meses de duración conocida por las siglas “Aukus”, Australia comprará submarinos de propulsión nuclear, más sigilosos y capaces que los buques de propulsión convencional, en un esfuerzo por disuadir la agresiva acumulación militar de China en las aguas.
Funcionarios australianos dijeron que el acuerdo costará hasta la friolera de 245.000 millones de dólares en las próximas tres décadas y creará 20.000 puestos de trabajo.
El pacto fue acogido con gran satisfacción por los aliados asiáticos de Washington, pero hizo echar humo a Pekín.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, criticó el pacto: “La última declaración conjunta de EEUU, Reino Unido y Australia demuestra que los tres países, en aras de sus propios intereses geopolíticos, ignoran por completo las preocupaciones de las comunidades internacionales y caminan cada vez más por la senda del error y el peligro”.
El Sr. Wang acusó a las potencias occidentales de incitar a una carrera armamentística, afirmando que el acuerdo de seguridad era “un caso típico de mentalidad de Guerra Fría”.
Poco después del anuncio del lunes, la misión permanente de China ante la ONU afirmó en un tuit que el plan “constituye un grave riesgo de proliferación nuclear, socava el sistema internacional de no proliferación, alimenta la carrera armamentística y perjudica la paz y la estabilidad”.
El presidente estadounidense Joe Biden, que voló a San Diego para reunirse con el británico Rishi Sunak y su homólogo australiano Anthony Albanese, subrayó que los submarinos serían de propulsión nuclear, no nucleares.
“Estos barcos no llevarán armas nucleares de ningún tipo”, dijo.
El ministro de Defensa australiano dijo que el pacto era una medida necesaria para contrarrestar la mayor acumulación militar convencional en la región desde la Segunda Guerra Mundial.
Richard Marles dijo el martes que había realizado un enorme esfuerzo diplomático durante meses antes del anuncio del acuerdo el lunes, incluyendo la realización de más de 60 llamadas a líderes regionales y mundiales.
Canberra incluso ofreció una sesión informativa a China, dijo.
A la pregunta de si Pekín rechazó la propuesta de reunión informativa, el Sr. Marles respondió: “No tengo constancia de esa respuesta”.
El ministro de Asuntos Exteriores de la nación del Pacífico arremetió contra Pekín, argumentando que sus críticas al pacto “no se basan en hechos”.
“Nadie quiere ver una escalada. Nadie quiere un error de cálculo”, dijo Penny Wong. Guardian Australia. “Creo que la región tiene derecho a buscar que las grandes potencias gestionen la competencia de forma respetuosa y adecuada”.
En virtud del acuerdo, Washington venderá a Canberra tres submarinos estadounidenses de propulsión nuclear de la clase Virginia, construidos por General Dynamics, a principios de la década de 2030, con una opción para Australia de comprar dos más si fuera necesario, según una declaración conjunta.
El proyecto de múltiples etapas culminaría con la producción y operación británica y australiana de una nueva clase de submarinos – SSN-Aukus – un buque “trilateralmente desarrollado” basado en el diseño británico de próxima generación que se construiría en Gran Bretaña y Australia e incluiría tecnologías estadounidenses “de vanguardia”.
Gran Bretaña recibiría su primer submarino SSN-Aukus a finales de la década de 2030, y Australia el primero a principios de la década de 2040.
“El acuerdo Aukus que confirmamos aquí en San Diego representa la mayor inversión individual en la capacidad de defensa de Australia en nuestra historia, fortaleciendo la seguridad nacional de Australia y la estabilidad en nuestra región”, dijo el Sr. Albanese en la ceremonia.
Al poner en marcha esta asociación, Australia agrió sus lazos con Francia al cancelar abruptamente el acuerdo de compra de sus submarinos convencionales.
Con Aukus, Washington vuelve a compartir su tecnología de propulsión nuclear desde que lo hiciera por última vez con Gran Bretaña en la década de 1950.
Comments