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China ha informado de tres muertes de personas infectadas por el virus Covid-19 en Shangai por primera vez desde que el centro financiero entró en un estricto bloqueo en marzo.
Las tres víctimas mortales de Covid eran ancianos de entre 89 y 91 años que padecían enfermedades subyacentes y no estaban vacunados, según las autoridades.
Estas fueron también las primeras muertes contabilizadas como Covid-19 en el país desde que comenzó el último brote en marzo.
China está luchando contra su peor brote desde el inicio de la pandemia en 2020 y ha impuesto uno de los mayores cierres en su mayor ciudad, Shanghái, desde marzo, provocando la ira de la población.
La ciudad de más de 24 millones de habitantes ha registrado al menos 320.000 contagios desde marzo, pero no se ha atribuido ninguna muerte a Covid, una afirmación que se ha puesto en tela de juicio al informar los medios de comunicación locales del número de muertes de personas en residencias.
Pero las autoridades han atribuido estas muertes a problemas de salud subyacentes.
En un comunicado en el que se anuncian las muertes, la Comisión de Salud de Shanghái afirma que el estado de tres personas empeoró tras ingresar en el hospital y que murieron a pesar de “todos los esfuerzos por reanimarlas”.
En Shanghai, sólo el 62% de los residentes mayores de 60 años estaban totalmente vacunados, según las autoridades.
La ciudad ha estado informando de más de 20.000 casos diarios, con 22.248 casos detectados el domingo.
Los residentes de la ciudad esperan ahora otra ronda de pruebas masivas que está prevista, lo que significa que el bloqueo estricto se prolongará hasta la cuarta semana.
Las autoridades de China, que están siguiendo una estrategia de “cero-Covid”, dijeron que considerarán que el brote está contenido cuando no haya nuevos contagios fuera de los edificios o zonas en cuarentena.
Bajo el bloqueo, millones de personas han sido confinadas en sus hogares y los que dan positivo, con pocos o ningún síntoma, están siendo enviados a centros de cuarentena. Esto ha provocado un malestar generalizado entre los residentes, con informes de personas que se enfrentan a la policía por obligarles a entrar en los centros de cuarentena.
Varios se han quejado de la escasez de alimentos y otras necesidades diarias, mientras que decenas de miles de personas puestas bajo observación médica han sido secuestradas en instalaciones abarrotadas donde las luces están siempre encendidas, los cubos de basura rebosan, la comida es inadecuada y las duchas calientes son inexistentes.
Para hacer frente al creciente número de casos, la ciudad ha convertido salas de exposiciones y escuelas en centros de cuarentena y está creando hospitales improvisados.
Los cierres han ensombrecido el crecimiento económico del país, que sigue siendo débil, con un 4,8% respecto al año anterior en los tres primeros meses de 2022, ya que los cierres recortaron la producción en las principales ciudades industriales. Los datos oficiales mostraron que el crecimiento se aceleró desde el 4% del trimestre anterior.
El lunes, el viceprimer ministro Liu He, principal asesor económico del presidente Xi Jinping, se comprometió a aumentar el gasto para estabilizar las cadenas de suministro y proporcionar apoyo financiero a los trabajadores de la salud y otros en el frente de la pandemia.
Información adicional de las agencias
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