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El ejército estadounidense se apresura a recuperar su avión de combate F-35C hundido que se estrelló en las aguas disputadas del Mar de China Meridional durante un “percance de aterrizaje” a principios de esta semana.
Los expertos afirman que EE.UU. se enfrentará a un importante revés en la carrera entre las dos superpotencias mundiales si China encuentra el avión primero.
El avión de combate sobrevolaba las aguas internacionales del Mar de China Meridional, que Pekín reclama como territorio propio, cuando se estrelló al intentar aterrizar en el USS Carl Vinson el lunes.
La Armada, en un comunicado el martes, dijo que el percance se produjo durante “operaciones de rutina” y que siete marineros resultaron heridos, incluido el piloto, que se eyectó del avión antes de que cayera al mar.
La presencia del avión de combate en el Mar de China Meridional se percibe en sí misma como un desafío a las reivindicaciones territoriales de China.
Sin embargo, los restos de la aeronave, de un valor multimillonario, plantean más problemas a Estados Unidos.
El avión de combate F-35C Lightning II, que cuesta más de 100 millones de dólares (74,6 millones de libras esterlinas), cuenta con tecnología de vanguardia y equipos clasificados en los que Estados Unidos no querría que China pusiera sus manos.
Mientras que el ejército estadounidense ya está haciendo esfuerzos para llegar al lugar del jet hundido, China tiene una ventaja geográfica.
“La Armada de Estados Unidos está haciendo los arreglos para las operaciones de recuperación del avión F-35C involucrado en el percance a bordo del USS Carl Vinson en el Mar de China Meridional”, dijo la Séptima Flota del país en un comunicado el martes.
“Ciertamente somos conscientes del valor de un F-35 en todos los aspectos de lo que significa el valor”, dijo el portavoz del Pentágono John Kirby en una sesión informativa el jueves.
“Y a medida que continuamos intentando recuperar la aeronave vamos a hacerlo, obviamente, teniendo en cuenta la seguridad ante todo, pero claramente nuestros propios intereses de seguridad nacional. Y creo que lo dejaré así”.
Pekín ha afirmado que no tiene “ningún interés” en el avión de combate estadounidense.
“He tomado nota de los informes pertinentes. No es la primera vez que EE.UU. tiene un accidente en el Mar de China Meridional”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, en un comunicado.
“La parte estadounidense aún no ha dado una explicación clara sobre el motivo de la colisión de su submarino nuclear no hace mucho tiempo, y ahora llega el choque del avión con base en un portaaviones en el Mar de China Meridional.
“No tenemos ningún interés en sus aviones. Instamos al país en cuestión a hacer cosas que conduzcan a la paz y la estabilidad regionales, en lugar de flexionar los músculos en la región”, añadió.
A pesar de la postura de Pekín, los expertos militares han expresado su preocupación por la posibilidad de que la tecnología sea muy útil para China.
“Es de vital importancia que Estados Unidos lo recupere”, dijo Abi Austen, consultora de defensa, citada por la BBC. “El F-35 es básicamente como un ordenador volador. Está diseñado para enlazar otros activos, lo que la Fuerza Aérea llama “enlazar sensores con tiradores”.”
Señaló que, a medida que pase el tiempo, va a ser cada vez más difícil para los EE.UU. localizar el avión con el riesgo de que la batería de su caja negra pueda morir.
Mientras que para China, la tecnología del F-35C podría ser una ventaja.
“Si consiguen entrar en las capacidades de red de los 35, esto socava efectivamente toda la filosofía del portaaviones”, dijo.
En el pasado se ha visto cómo los militares chinos han desmontado y examinado un avión estadounidense.
En 2001, un incidente similar dio lugar a una larga disputa entre los dos países cuando un avión de vigilancia estadounidense EP-3 colisionó con un avión del Ejército Popular de Liberación, obligando al avión estadounidense a realizar un aterrizaje de emergencia en la isla de Hainan.
Los supervivientes del avión fueron interrogados durante horas por Pekín, con 24 miembros detenidos durante 10 días hasta que EEUU emitió una carta de disculpa.
El ejército chino también destruyó parcialmente el material clasificado del avión.
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