By 
Los científicos han desarrollado un nuevo sensor portátil que, según dicen, puede ayudar a los bebedores sociales a gestionar mejor su consumo de alcohol.
Los investigadores, entre los que se encuentran los de la Facultad de Medicina de Yale (EE.UU.), afirman que los sensores transdérmicos de contenido de alcohol (TAC) -que miden el etanol excretado a través de la piel- se han utilizado principalmente en el sistema de justicia penal para controlar la abstinencia.
Pero para el uso potencial de tales sensores para motivar y apoyar el autocontrol del alcohol, los científicos dicen que tales sensores deben ser precisos, capaces de detectar el alcohol con un retraso mínimo después de beber, y factibles y aceptables de llevar.
Aunque los sensores TAC convencionales se llevan en el tobillo, son voluminosos y su ruido y vibración pueden interrumpir las actividades diarias, como el ejercicio y el sueño.
Otros nuevos modelos de sensores que se llevan en la muñeca tienen un mayor potencial de aplicación, pero los científicos afirman que aún no se han probado rigurosamente en condiciones reales.
En el nuevo estudio, publicado la semana pasada en el revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research, los investigadores llevaron a cabo una evaluación sobre el terreno de adultos jóvenes que bebían en exceso para determinar la precisión y la aceptabilidad de un nuevo sensor -conocido como BACTrack Skyn- y lo compararon con un dispositivo tradicional que se lleva en el tobillo.
En la investigación participaron 47 personas de entre 18 y 25 años, a las que se indicó que llevaran tanto el Skyn como un sensor tradicional durante uno a seis días, y que bebieran como lo harían habitualmente.
Los investigadores afirman que el nuevo dispositivo se consideró una herramienta de medición alternativa más aceptada, especialmente si se compara con llevar un diario de consumo de alcohol en el móvil.
Según los científicos, el dispositivo Skyn también se asoció a una menor interrupción del sueño, del ejercicio y de la comodidad social en comparación con el sensor tradicional.
Sin embargo, dicen que será necesario un mayor desarrollo para que el dispositivo sea más adecuado para su uso generalizado.
La precisión del dispositivo, según los científicos, fue “adecuada” como mínimo, y “excelente” para algunas medidas.
Sin embargo, señalaron que el estudio no pudo derivar reglas automatizadas para la detección de alcohol que funcionaran de forma consistente en diferentes contextos.
Citando un ejemplo, dijeron que el nivel de TAC correspondiente a la bebida era diferente entre los participantes que se inscribieron durante la primera y la segunda mitad del estudio.
Pidieron que se mejorara el hardware y la analítica en los biosensores de alcohol de nueva generación para autodetectar el consumo de alcohol de forma más consistente, de modo que pudieran utilizarse en el espacio de autogestión del comportamiento.
Comments