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Condenado a 7 años el policía de Virginia que asaltó el Capitolio de EEUU el 6 de enero

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Un agente de policía de Virginia que irrumpió en el Capitolio de EE.UU. el 6 de enero ha sido condenado a 7 años de prisión federal, lo que supone la sentencia más larga impuesta a un alborotador hasta la fecha.

Thomas Robertson, de 49 años, fue condenado el viernes a 87 meses de prisión, así como a dos meses de libertad supervisada y a una multa de 2.000 dólares.

Robertson era un oficial del Departamento de Policía de Rocky Mount, en Virginia, el 6 de enero de 2021, cuando viajó a Washington DC con su compañero Jacob Fracker e irrumpió en el Capitolio para intentar detener la certificación de las elecciones presidenciales de 2020.

Fue captado por las cámaras utilizando un gran palo de madera para bloquear a los agentes de policía fuera del Capitolio y fue fotografiado dentro del edificio durante el violento asedio que dejó cinco muertos y cientos de agentes heridos.

El juez de distrito estadounidense Christopher Cooper dictó la sentencia diciendo que Robertson no ha asumido la responsabilidad por su participación en la turba violenta y parece seguir creyendo en las falsas afirmaciones de Donald Trump sobre las elecciones presidenciales de 2020.

“Usted no era un espectador que simplemente se dejó arrastrar por la multitud”, le dijo. “Realmente parece que piensas en la política partidista como una guerra y que sigues creyendo en estas teorías conspirativas”.

El juez dijo que también creía que Robertson “respondería a una llamada” a la violencia en el futuro.

Tras su detención en enero de 2021 y su puesta en libertad bajo fianza, Robertson siguió mostrando una propensión a la violencia y al tráfico de armas de fuego, según los fiscales.

En marzo de 2021, dos meses después de los disturbios, Robertson envió mensajes de texto al jefe de policía retirado Dennis Deacon diciendo que “puedo matar a todos los agentes que envíen durante al menos dos semanas” y que estaba “preparado para morir en la batalla”.

El Sr. Deacon, que se jubiló en la cercana Boones Mill, respondió el año pasado diciéndole que “fuera inteligente, eligiera las batallas, planificara la logística, reclutara con mucho cuidado y esperara que no se llegara a eso… necesitamos un lugar al que ir… remoto, defendible, con agua, un terreno muy accidentado”, muestran los documentos judiciales.

El juez Cooper dijo que Robertson también fue en una “notable juerga de compras de armas de asalto de alta potencia” después de la revuelta.

Fue devuelto a la custodia policial antes de su juicio y ahora podría enfrentarse a cargos adicionales de posesión ilegal de armas de fuego.

Tras los disturbios, los fiscales dijeron que Robertson también trató de cubrir sus huellas destruyendo su teléfono móvil. También mintió sobre sus antecedentes militares -una acción que, según los fiscales, podría equivaler a cargos de “valor robado”-, así como sobre otros aspectos del caso.

Cuando su defensa trató de culpar de sus violentas publicaciones en las redes sociales en el período previo a los disturbios a la adicción al alcohol y a que su mujer estaba fuera, los fiscales dijeron que estaba trabajando como agente de policía en el momento de algunas de las publicaciones, por lo que no podía estar borracho, y que su mujer no estuvo fuera hasta después del 6 de enero.

En abril, Robertson fue condenado por los seis cargos de obstrucción de un procedimiento oficial, complicidad, entrada y permanencia en un edificio restringido, conducta desordenada y perturbadora en un edificio restringido, y entrada violenta y conducta desordenada en un edificio o recinto del Capitolio.

Su condena se produjo después de que su coacusado Fracker llegara a un acuerdo con los fiscales y declarara en el juicio de Robertson que no habría ido al Capitolio ese día si no fuera por su antiguo colega, al que veía como una “figura paterna”.

Robertson y Fracker fueron despedidos del cuerpo tras sus detenciones.

Los fiscales celebraron la larga sentencia de Robertson el viernes, señalando que participó en la violencia contra sus propios compañeros de las fuerzas del orden.

“Thomas Robertson, a pesar de haber jurado su cargo cuando se convirtió en policía, se unió a la turba violenta en el Capitolio el 6 de enero de 2021, y lo hizo mientras estaba armado”, dijo el fiscal estadounidense Matthew Graves del Distrito de Columbia en un comunicado. “La sentencia de hoy lo hace responsable de su papel en la violencia de ese día”.

Los fiscales habían pedido una condena aún mayor, pero el juez decidió dictar una sentencia en el extremo inferior de las directrices de condena. La sentencia de 87 meses es la misma pena que se impuso a Guy Reffitt, miembro del grupo miliciano de extrema derecha Three Percenters.

La sentencia de Fracker está prevista para el martes.

Los dos agentes de Virginia se encuentran entre al menos dos docenas de agentes de la ley actuales o antiguos que han sido perseguidos por los disturbios del Capitolio.

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