Corea del Norte disparó un misil balístico intercontinental (ICBM) horas antes de que el presidente de Corea del Sur aterrizara en Japón para asistir a una cumbre sobre amenazas nucleares.
El misil fue lanzado desde la zona de Sunan, en Pyongyang, a las 7.10 horas del jueves y cayó en aguas entre la península coreana y Japón, según evaluaciones surcoreanas y japonesas.
El presunto ICBM voló unos 1.000 km a una altitud máxima de 6.000 km tras realizar un vuelo de 70 minutos de duración, dijeron.
Esta fue la tercera ronda de pruebas de misiles de Corea del Norte en el lapso de una semana después de disparar dos misiles de crucero estratégicos desde un submarino el domingo y dos misiles balísticos de corto alcance el martes.
El creciente número de pruebas de armamento era de esperar, ya que Corea del Sur y el ejército estadounidense iniciaron el lunes su ejercicio masivo Freedom Shield, que se prolongará durante 11 días.
En un comunicado, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, Adrienne Watson, afirmó que la prueba “eleva innecesariamente las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región”.
El lanzamiento del misil se produjo horas antes de que el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, aterrizara en Japón.
El presidente conservador se encuentra de visita en el país vecino para asistir a una cumbre bilateral que su oficina elogió como “un hito importante” en las relaciones de los dos aliados occidentales que no siempre se han visto las caras.
La visita de dos días es la primera que realiza a Japón un presidente surcoreano en 12 años para discutir medidas para contrarrestar la amenaza del programa de armas nucleares de Corea del Norte y las relaciones bilaterales, en un intento de dejar atrás años de animosidad.
Los dos países tienen una larga historia de acritud que se remonta al dominio colonial japonés de 1910-45 en la península coreana.
“El viaje de Yoon a Tokio se enfrentó a la oposición interna por precipitar supuestamente la reconciliación histórica en aras de mejorar las relaciones con Japón”, dijo Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl.
“El ensayo de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte el día de la cumbre Yoon-Kishida puede haber tenido la intención de agravar esa política, pero en lugar de ello deja patentemente clara la necesidad de profundizar en la cooperación en materia de seguridad entre los aliados de EEUU.”
El líder del Norte, Kim Jong-un, celebró una reunión de alto nivel antes de los simulacros y pidió a su ejército que estuviera preparado para repeler lo que calificó de “frenéticos movimientos de preparación de guerra (sic)” por parte de los rivales de su país.
La trayectoria del presunto ICBM era similar a la del 18 de febrero, cuando se lanzó un Hwasong-15. Corea del Norte dijo que esa prueba pretendía reforzar aún más su “fatal” capacidad de ataque nuclear contra sus rivales.
El Hwasong-15 es uno de los tres misiles balísticos intercontinentales del Norte, todos los cuales utilizan propulsores líquidos que requieren inyecciones previas al lanzamiento.
El Sr. Kim ha prometido construir misiles de propulsante sólido que sean más móviles y difíciles de detectar antes de su lanzamiento, ya que el combustible para los misiles se llena con mucha antelación antes del lanzamiento.
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