El ex presidente de Sri Lanka autoexiliado, Gotabaya Rajapaksa, regresará próximamente de Singapur, según ha declarado un funcionario del Gobierno, sin facilitar la fecha de su regreso.
El portavoz del Gabinete, Bandula Gunawardena, dijo el martes que el Sr. Rajapaksa “no se esconde” y que “podría considerar eventualmente regresar a Sri Lanka, pero no hay una postura política definida o de otro tipo al respecto”.
Sus declaraciones se producen en medio de informaciones que apuntan a que el ex presidente podría trasladarse a los Emiratos Árabes Unidos.
Rajapaksa, de 73 años, huyó de la nación insular con problemas de liquidez, junto con su esposa y dos guardaespaldas, después de que se intensificaran las protestas antigubernamentales que exigían su dimisión y de que los manifestantes irrumpieran en el palacio presidencial de Colombo.
El 13 de julio partió hacia las Maldivas, antes de aterrizar en Singapur para una “visita privada” al día siguiente.
El 14 de julio, el ex presidente envió su dimisión por correo electrónico desde Singapur, mientras Sri Lanka, agobiada por la deuda, se enfrentaba a su peor crisis económica desde su independencia en 1948.
El gobierno de Rajapaksa ha sido culpado de la agobiante crisis financiera que ha dejado a los 22 millones de habitantes de la nación sin combustible y alimentos.
Desde abril, miles de personas se han echado a la calle para protestar, lo que finalmente ha obligado a todo el gobierno a dimitir.
Si bien el Sr. Rajapaksa recibió inicialmente un pase de visita de corta duración de 14 días a su llegada a Singapur, el gobierno lo prorrogó por otras dos semanas. Ahora podrá permanecer en el país del sudeste asiático hasta el 11 de agosto.
El gobierno de Singapur dijo que el Sr. Rajapaksa no había recibido asilo, sino que estaba en el país en una visita privada.
El Tribunal Supremo de Sri Lanka ha prohibido a los hermanos del presidente -el ex primer ministro Mahinda Rajapaksa y el ex ministro de Finanzas Basil Rajapaksa- salir del país hasta el 2 de agosto.
El tribunal supremo emitió una orden para impedir que los ex ministros salieran del país hasta el 28 de julio, que fue prorrogada a raíz de una petición presentada por la organización sin ánimo de lucro Transparencia Internacional de Sri Lanka (TISL) y otras tres personas.
Mientras tanto, un grupo de derechos instó al gobierno de Singapur a detener inmediatamente al ex presidente por cometer crímenes de guerra durante la guerra civil de Sri Lanka y por infringir los Convenios de Ginebra en 2009, cuando era ministro de Defensa.
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