El anuncio de un nuevo Monkey Island título de los creadores de la serie Ron Gilbert y Dave Grossman fue una grata sorpresa a principios de este año.
Al fin y al cabo, esta última (y potencialmente última) entrega de la serie será la primera de Ron Gilbert desde que dejó Lucasfilm Games tras Monkey Island 2: La venganza de LeChuckque fue lanzado originalmente en 1991.
Ahora bajo la dirección del propio estudio de juegos de Gilbert, Terrible Toybox, en colaboración con Devolver Digital y Lucasfilm Games, Regreso a Monkey Island consigue recuperar la esencia original de los dos primeros juegos, sin apostar por la nostalgia por sí misma.
Retorno a Monkey Island es capaz de aportar cómodamente nuevas ideas con la ayuda de sistemas más ágiles y de ofrecer una aventura de apuntar y hacer clic fiable y familiar.
Para más detalles, lee nuestra reseña completa a continuación.
Cómo lo probamos
Nuestra reseña de Return to Monkey Island se basa en la versión del juego para Nintendo Switch, utilizando la configuración de dificultad del “modo difícil” del juego para una experiencia de puzles de la vieja escuela. También se utilizaron varias características del “modo casual”, así como el sistema de pistas incorporado en el juego.
- Clasificación: 9/10
- Fecha de lanzamiento: 19 de septiembre de 2022
- Plataformas: PC y Nintendo Switch
- Editor: Devolver Digital
Al principio de Return to Monkey Island, el protagonista Guybrush Threepwood tiene los dientes más largos y, en un esfuerzo por revivir sus días de gloria, cuenta la historia de cómo llegó a descubrir el “secreto” de Monkey Island. Al revivir esta (nueva) aventura, los jugadores pueden volver a visitar algunos escenarios conocidos de la serie, con algunas actualizaciones modernas.
Otros personajes de la serie también regresan, como Elaine, el interés amoroso de Guybrush (y ahora su esposa), y LeChuck, el pirata zombi antagonista, y sus respectivos actores de voz retoman sus papeles con gusto y la habitual inclinación por las frases ingeniosas que exigen estos juegos. Cabe destacar la actuación de Dominic Armato como Guybrush tras 12 años de ausencia. La interpretación de Armato rebosa de un entusiasmo que ancla la Regreso a Monkey Island y la llamada a la aventura de Threepwood.
La isla de Mêlée, así como el Caribe que la rodea, ha cambiado muy poco desde los juegos anteriores, con muchas referencias a las hazañas pasadas de Threepwood e interpretaciones ingeniosas de los rompecabezas con la actitud habitual de “lo suficientemente cerca” que uno espera. Además de un reparto que regresa, también se pueden encontrar muchas bromas relacionadas con juegos anteriores, como un anuncio (no tan sutil) de la versión de 1990 de Loom dentro de la taberna Scumm Bar. La nueva dirección artística del juego, a cargo de Rex Crowle, hace que estos lugares sean más conocidos.
Aunque muy estilizada, resume perfectamente Monkey Island espíritu curioso y exacerba su creciente extravagancia. Los diseños de los personajes y los entornos, así como los “asquerosos” brebajes ideados por el ingenio de Guybrush, no sólo contribuyen a modernizar su aspecto, sino que también fundamentan su simplicidad.
Al tratarse de un juego de apuntar y hacer clic, los jugadores que vuelvan pueden esperar el habitual método de marca de resolución de puzles laterales por el que se ha hecho conocida la serie. Sin estropear ninguna de las soluciones -el habitual método probado de intentar combinar todos los objetos de tu inventario entre sí-, los puzles resultan lo suficientemente odiosos sin ser irritantes, y rara vez se sienten fuera de alcance.
En lugar de atascarse con una larga lista de posibles verbos que se corresponden con los objetos, se ha adoptado un enfoque más racionalizado de dos botones, uno de los cuales se utiliza a menudo para describir algo, y otro para “actuar”. Esto sólo hace que la resolución de puzles sea más gratificante, simplemente por llegar lo suficientemente lejos hacia lo inalcanzable, sin cruzarlo del todo.
Esto no quiere decir que todos los rompecabezas sean tan sencillos, sino que los que son lo suficientemente esquivos como para justificar una búsqueda en línea, Regreso a la Isla de los Monos cuenta con un sistema de pistas integrado que es capaz de rastrear con precisión en qué punto del viaje se encuentran los jugadores, qué objetivos están tratando de alcanzar y quéhay que tomar medidas para conseguir descifrarlo.
Al principio, las pistas son lo suficientemente vagas como para no estropear la sorpresa, pero pueden desvelarse gradualmente si los jugadores se sienten realmente perdidos. Poder echar un vistazo rápido a una pista para saber lo que se espera del jugador a continuación es, sin duda, un buen detalle, sin castigar nunca a los nuevos jugadores ni hacerles sentir que tienen que abandonar por completo.
También hay una opción de modo casual que puede elegirse al principio de un recorrido, y que también puede utilizarse para agilizar los puzles, eliminando esencialmente algunos de los pasos adicionales necesarios para completarlos. El único inconveniente es que no existe la opción de cambiar entre el modo duro y el casual a mitad de la partida.
Veredicto: ‘Return to Monkey Island’
Regreso a Monkey Island es un recauchutado reflexivo de un género que en su día fue la cúspide de las aventuras gráficas y que, sin embargo, ahora se siente raramente revisado, a pesar de su influencia. Mucho ha cambiado desde El secreto de Monkey Island debutó hace más de tres décadas, pero ahora Volver se siente como una conclusión adecuada de todo lo que surgió del original. La propia reflexión de Ron Gilbert y Dave Grossman sobre la serie tras la conclusión del juego es conmovedora por la perspectiva que sólo pueden aportar los años de ausencia del timón.
Si Regreso a Monkey Island es realmente el canto del cisne de Guybrush Threepwood, es una conclusión adecuada para el legado de la serie. Incluso si nunca has jugado a Monkey Island juego antes, es tan accesible como lo son las aventuras de apuntar y hacer clic.
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