Un autobús turístico que transportaba a 20 personas se precipitó el lunes por la noche por un acantilado en un tramo de la carretera Cusco-Quillabamba, en Perú, dejando cuatro muertos y otros 16 heridos.
Las autoridades dijeron que el grupo a bordo del autobús incluía al conductor, dos peruanos y 17 visitantes de otros países. El grupo regresaba de un viaje a Machu Picchu, la emblemática ciudadela inca en lo alto de la cordillera de los Andes, cuando el conductor perdió el control del vehículo en lo que, según el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, era una niebla. El autobús cayó a unos 90 metros en un abismo.
Entre los cuatro viajeros fallecidos había un ciudadano peruano y tres colombianos. Las víctimas del accidente fueron trasladadas a dos centros médicos de Cusco, donde recibieron tratamiento. Revista People informó que varios de los turistas heridos han sido dados de alta, mientras que, hasta el lunes, al menos otra persona estaba en cuidados intensivos.
Los turistas heridos procedían de una gran variedad de países, como Israel, Canadá, Francia, Países Bajos, Grecia y Argentina.
El accidente, que al parecer está siendo investigado por la Policía Nacional de Perú, es el segundo accidente grave de este tipo en el último mes, después de que un minibús cayera por un barranco en la provincia de Junín.
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