Decenas de mujeres y niñas afganas protagonizaron una protesta en Kabul para reclamar su derecho a la educación después de que los talibanes prohibieran a las niñas acudir a los institutos.
Las manifestantes se situaron el sábado cerca del Ministerio de Educación de los talibanes en Kabul, y pidieron al grupo que reabriera las escuelas secundarias para niñas en Afganistán, mientras los cánticos de “¡La educación es nuestro derecho, abran las puertas de las escuelas para niñas!” resonaban entre las filas.
La protesta fue dispersada más tarde por combatientes talibanes armados; sin embargo, las mujeres que participaron en la protesta dijeron que estaban “dispuestas a morir”. Varios grupos planeaban más manifestaciones para desafiar la decisión del régimen de línea dura.
“Cuando se trata de defender la libertad y a las niñas que quieren ir a la escuela, estoy dispuesta a morir”, dijo a la BBC una maestra que participó en la protesta. “Estamos aquí por el derecho de nuestras hijas a recibir una educación. Sin ese derecho, bien podríamos estar ya muertos”.
La activista por los derechos de las mujeres Mahbouba Seraj acudió a la televisión afgana TOLO para preguntar: “¿Cómo podemos, como nación, seguir confiando en vuestras palabras? ¿Qué debemos hacer para complacerte? ¿Debemos morir todos?”
Una organización benéfica afgana llamada PenPath, que dirige docenas de escuelas “secretas” con miles de voluntarios, está planeando organizar protestas en todo el país para exigir que los talibanes den marcha atrás, dijo Matiullah Wesa, fundador de PenPath.
En un giro de última hora a principios de esta semana, los talibanes decidieron cerrar las puertas de las escuelas para niñas mayores de 11 años, después de emitir una circular anterior en la que se pedía a “todos los estudiantes” que volvieran a la escuela para el inicio de la nueva sesión.
El grupo extremista, que prohibió la educación de las mujeres durante su gobierno en la década de 1990, dijo que las escuelas para niñas permanecerán cerradas hasta que se elabore un plan “integral” e “islámico” para ellas.
La decisión se produjo cuando muchos niños ya habían llegado a las escuelas por la mañana, por primera vez desde que los talibanes llegaron al poder en agosto del año pasado. En las redes sociales circularon vídeos de alumnos desconsolados que sollozaban al volver a casa.
La medida enfureció a la comunidad internacional, que se ha mostrado reacia a reconocer al gobierno talibán. El representante especial de Estados Unidos para Afganistán, Tom West, canceló el viernes las reuniones con los talibanes en el Foro de Doha, en el que se iban a debatir cuestiones económicas en medio de una crisis humanitaria cada vez más grave en el país del sur de Asia.
El Sr. West calificó la decisión como una ruptura de la confianza de los afganos y dijo que espera que sea revocada.
“Creo que la esperanza no está perdida. He hablado con muchos afganos aquí que también lo creen. Tengo la esperanza de que veamos una reversión de esta decisión en los próximos días”.
La premio Nobel Malala Yousafzai también calificó la medida de “devastadora”, ya que, según ella, los talibanes “tienen miedo de las mujeres educadas”.
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