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Las lluvias torrenciales y las inundaciones han provocado corrimientos de tierra que han causado la muerte de al menos 45 personas en Sudáfrica.
El agua se extendió el martes por la ciudad de Durban y sus alrededores, en la provincia de KwaZulu-Natal. Las autoridades locales esperan que el número de muertos aumente después de que varias personas fueran arrastradas.
Varios centenares de personas han perdido sus casas y pertenencias, y se ha cortado la electricidad en varias zonas.
El puerto de la ciudad, el más grande y concurrido del África subsahariana, y las principales carreteras sufrieron importantes daños debido a las lluvias sostenidas que desbordaron las orillas de los ríos y provocaron la crecida de las aguas. Decenas de contenedores de transporte marítimo aparecieron en las aguas de la inundación, abatidos y agrietados.
Transnet, que gestiona el puerto de Durban, dijo en un comunicado que se habían suspendido las operaciones debido a los aguaceros extremos y los fuertes vientos.
El ejército sudafricano ha sido desplegado el martes en Durban y en el área metropolitana de eThekwini para ayudar en las tareas de rescate a nivel local.
Se pronostican más lluvias intensas en la ciudad costera hasta esta noche.
Las recientes lluvias extremas en el sureste de África se han vuelto más intensas y dañinas debido a la crisis climática, según informó esta semana un equipo de científicos internacionales.
El grupo World Weather Attribution (WWA) dijo que el cambio climático hizo más probables los aguaceros destructivos durante tormentas consecutivas en Madagascar, Malawi y Mozambique a principios de 2022.
Entre enero y marzo, el sureste de África se vio afectado por tres ciclones tropicales y dos tormentas tropicales en tan solo seis semanas, con más de un millón de personas afectadas por lluvias extremas y graves inundaciones, y unas 230 muertes registradas.
“Una vez más, vemos cómo las personas con menos responsabilidad en el cambio climático son las que más sufren los impactos”, dijo el Dr. Friederike Otto, que forma parte del WWA, que analiza los vínculos entre el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos.
“Los países ricos deben cumplir sus compromisos y aumentar la tan necesaria financiación para la adaptación, y para compensar a las víctimas de los fenómenos extremos provocados por el cambio climático con pagos por pérdidas y daños.”
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