Una mujer de Florida ha sido detenida por realizar supuestamente más de 12.000 llamadas a comisarías este año y acosar a los agentes de policía.
Carla Jefferson, de 51 años, supuestamente “acosa, menosprecia, insulta y discute” con cualquiera que atienda sus llamadas al Departamento de Policía de San Petersburgo y a la Oficina del Sheriff del Condado de Pinellas, según los documentos judiciales.
Los funcionarios estimaron que las llamadas de la Sra. Jefferson representaron el 10% del tráfico telefónico entrante a la policía de San Petersburgo en 2022.
Según la comisaría, ella llamó 512 veces en un lapso de 24 horas, a menudo entregando mensajes “vulgares, amenazantes u obscenos”.
La policía no podía limitarse a ignorar las numerosas llamadas, ya que está obligada a atender todas las que llegan al centro en caso de emergencia.
Yolanda Fernández, portavoz de la policía de San Petersburgo, dijo Fox 13 que además de tener que atender las emergencias, los oficiales también tuvieron que lidiar con las llamadas abusivas de la mujer.
“Están hablando con personas que están asustadas, que están en el peor día de su vida porque necesitan a la policía”, dijo. “Y encima tienen que lidiar con alguien que sólo llama para acosarles”.
Más allá de molestar a los agentes, las incesantes llamadas de la mujer también habrían retenido las líneas de emergencia, impidiendo que las personas que legítimamente necesitaban ayuda llegaran al departamento.
“No llama para pedir ningún servicio policial. Llama para acosar, insultar y degradar a los que atienden las llamadas”, dijo la Sra. Fernández. “Ahora estamos en una situación en la que sus llamadas están interfiriendo con nuestra capacidad de responder a los residentes habituales que necesitan una respuesta policial”.
La Sra. Jefferson fue detenida a principios de verano y ahora está en libertad bajo fianza. Antes de su detención se le entregó un aviso en el que se le advertía que si continuaba con sus llamadas sería procesada.
Al parecer, llamó a la policía en cuanto recibió la declaración jurada, diciéndoles que la detuvieran porque “le encanta jugar a este juego”. Cuando la policía llegó, se negó a abrir la puerta, según los registros judiciales.
Finalmente fue acusada de tres delitos menores por abusar del sistema 911 y por hacer llamadas telefónicas de acoso.
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