Un exsacerdote italiano, apodado “Don Euro” por su caro gusto por los diamantes y las vacaciones de lujo, ha sido encarcelado por extorsionar a un antiguo obispo.
Luca Morini también fue condenado por suplantación de identidad, después de que se hiciera pasar por un juez mientras contrataba a trabajadores sexuales masculinos.
Los detalles de las hazañas del ahora expulsado sacerdote fueron revelados en un tribunal del norte de Italia el miércoles.
Fue condenado a siete años y medio tras una serie de escándalos, que fueron expuestos por un programa de televisión italiano y un denunciante.
Sin embargo, Morini fue absuelto de los cargos de extorsión a una monja, tráfico de drogas y blanqueo de dinero.
En un principio se le consideró bondadoso cuando llegó a la pequeña ciudad toscana de Pontasserchio.
Pero pronto se ganó una reputación en la zona por persuadir a los feligreses, en su mayoría ancianos, de que donaran generosamente a la colecta de la iglesia. Las arcas engrosadas se gastaron supuestamente en fiestas, diamantes y vacaciones de lujo con trabajadoras sexuales.
Morini gastaba el dinero de forma desmesurada en un grupo de hombres “mayoritariamente” jóvenes que le acompañaban a clubes de intercambio de parejas, el Corriere della Sera informó el periódico.
Las investigaciones judiciales sobre su comportamiento comenzaron en 2015, cuando una trabajadora sexual denunció los gastos de Morini y reveló que se había hecho pasar por juez.
En 2018, un tribunal de Génova descubrió y confiscó pólizas de seguro, una cuenta corriente y diamantes del sacerdote, Corriere della Sera , informó.
Cuatro hombres, incluido el denunciante original, presentaron un caso de falsa identidad contra Morini y el tribunal les concedió una indemnización de 12.000 libras.
El miércoles, Morini fue condenado por extorsión por chantajear al antiguo obispo de Massa Carrara, Giovanni Santucci.
El Sr. Santucci había suspendido a Morini de sus funciones sacerdotales y luego fue supuestamente chantajeado para que le prestara miles de euros y le comprara una nueva casa.
Los fiscales pidieron una sentencia más larga, pero se redujo ligeramente porque el tribunal dictaminó que Morini sufría una enfermedad mental.
La sentencia se produce después de que otro sacerdote toscano, el padre Francesco Spagnesi, fuera condenado a tres años y ocho meses de cárcel por tráfico de drogas y apropiación indebida el pasado diciembre.
El ex sacerdote expresó su arrepentimiento por sus acciones y cumplirá parte de su condena en una comunidad residencial, recibiendo tratamiento para sus hábitos de consumo de drogas.
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