Dos abogados y defensores de los derechos humanos chinos serán juzgados acusados de subversión estatal, en lo que se considera una ofensiva de Pekín contra la disidencia y el activismo.
Xu Zhiyong, de 49 años, y Ding Jiaxi, de 54, debían comparecer ante el tribunal del condado de Linshu, en la provincia nororiental de Shandong, el miércoles y el viernes, respectivamente.
El juicio se celebrará a puerta cerrada y se ha permitido a ambos contar con representación legal, pero no se permitirá la presencia de otros visitantes, incluidos familiares y diplomáticos.
Según los informes, se ha advertido estrictamente a sus abogados de que no hablen con los medios de comunicación.
Xu y Ding son figuras destacadas del Movimiento Nuevos Ciudadanos y ya han cumplido condenas de prisión. Su movimiento, fundado en 2012, exige una mayor transparencia sobre el patrimonio de los funcionarios y aboga por que los ciudadanos ejerzan sus derechos.
Llegaron a estar en el punto de mira del Gobierno chino por asistir y organizar una reunión informal en la ciudad suroriental de Xiamen a finales de 2019, donde varios activistas expresaron sus opiniones sobre la actualidad de China.
El 4 de febrero de 2020, Xu escribió una carta abierta en la que pedía la dimisión del presidente chino, Xi Jinping, citando su gestión de las crisis del país, incluidas las protestas de Hong Kong de 2019 y la propagación de Covid. Días después, fue detenido en casa de un compañero activista.
El Sr. Ding desapareció en diciembre de 2019 y el Sr. Xu desapareció tras su detención en febrero. Ambos fueron detenidos formalmente el 19 de junio de 2020, según declaró a Reuters Luo Shengchun, esposa del Sr. Ding.
“Nuestras familias están, por supuesto, disgustadas y enfadadas. Se trata de un caso patente de injusticia y persecución”, declaró Luo.
Según informes, ambos hombres fueron sometidos a tortura, incluidas largas horas de interrogatorio y ser atados a una silla de hierro con forma de tigre, con las extremidades contorsionadas, durante más de 10 horas al día durante muchos días, según Amnistía Internacional.
Grupos de derechos humanos han calificado los cargos de “farsa” y han instado al gobierno chino a liberarlos incondicionalmente.
“Las autoridades chinas han puesto en el punto de mira a Xu Zhiyong y Ding Jiaxi no porque hayan cometido ningún delito reconocido internacionalmente, sino simplemente porque sostienen opiniones que no gustan al gobierno. Estos juicios injustos son un atentado atroz contra sus derechos humanos”, ha manifestado Gwen Lee, activista de Amnistía Internacional sobre China.
Yaqiu Wang, investigador principal sobre China de Human Rights Watch, dijo que la razón por la que se acusaba a ambos de delitos de subversión “ridículos” era que “se atrevían a imaginar una China diferente y a exigir que el país fuera libre y justo”.
Pekín, sin embargo, ha rechazado las críticas por una serie de abusos contra los derechos humanos, alegando que los abogados y activistas de derechos humanos encarcelados eran delincuentes que infringían la ley.
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