By 
Estados Unidos intensificó el viernes su presión para obtener acceso consular a Brittney Griner, la estrella de la WNBA que está detenida en Rusia por acusaciones de contrabando de drogas, ya que un miembro de un grupo de supervisión de prisiones respaldado por el Estado ruso dijo que Griner estaba bien tras las rejas.
Ekaterina Kalugina dijo a The Associated Press el viernes que visitó a Griner el lunes en el centro de detención preventiva en las afueras de Moscú donde está detenida y habló con ella con la ayuda de un compañero de celda que habla ruso e inglés y sirvió de intérprete.
“Su estado físico es bueno, está aguantando bien, e incluso diría que está bastante tranquila y no está ansiosa”, dijo Kalugina sobre la estrella de los Phoenix Mercury, cuyo calvario legal se produce en medio de la tensión entre Rusia y Estados Unidos por la invasión rusa de Ucrania.
Kalugina es miembro de la comisión pública de seguimiento que visita los calabozos de esa zona de Rusia. Este tipo de comisiones, que operan en todo el país, se posicionan como independientes pero rara vez desafían a las autoridades rusas en cuestiones importantes.
Los abogados de Griner la han visitado con regularidad y le han llevado paquetes de atención que incluyen alimentos y artículos personales, pero todavía no se ha reunido con un cónsul estadounidense, dijo Kalugina.
El Departamento de Estado emitió un comunicado el viernes exigiendo acceso a Griner, que juega profesionalmente en Rusia durante la temporada baja de la WNBA.
“Estamos estrechamente involucrados en este caso y en contacto frecuente con el equipo legal de Brittney Griner. Insistimos en que el gobierno ruso proporcione acceso consular a todos los ciudadanos estadounidenses detenidos en Rusia, incluidos los que se encuentran en prisión preventiva, como es el caso de Brittney Griner”, se afirma.
“Hemos solicitado repetidamente el acceso consular a estos detenidos y se nos ha negado sistemáticamente el acceso”, añadió.
Griner fue detenida tras llegar a un aeropuerto de Moscú, al parecer a mediados de febrero, después de que las autoridades rusas dijeran que en un registro de su equipaje se encontraron cartuchos para vapear que supuestamente contenían aceite derivado del cannabis, lo que podría conllevar una pena máxima de 10 años de prisión.
La agencia de noticias estatal rusa Tass informó el jueves de que un tribunal había prorrogado la detención preventiva de Griner hasta el 19 de mayo.
Kalugina dijo que cuando se reunió con Griner, ésta no presentó ninguna queja sobre el trato que recibía en el centro y dijo que tenía una hora al día para hacer ejercicio en un patio.
Kalugina dijo que Griner está retenida en la instalación donde una mujer israelí, Naama Issachar, pasó un tiempo antes de que el presidente ruso Vladimir Putin la perdonara en 2020. Las autoridades rusas dijeron que encontraron hachís en el equipaje de Issachar mientras hacía un transbordo entre vuelos en Moscú en ruta desde la India a Israel, en el mismo aeropuerto donde Griner fue detenida. Issachar fue declarada culpable y condenada a 7 años y medio de prisión antes de ser liberada tras pasar nueve meses entre rejas.
El equipo legal de Griner ha estado buscando discretamente su liberación y se ha negado a hablar sobre el caso desde que se hizo pública su detención a principios de este mes.
De los miles de ciudadanos estadounidenses detenidos y encarcelados en prisiones en el extranjero, un pequeño subgrupo es designado por el gobierno de Estados Unidos como detenido injustamente, una categoría que permite que sus casos reciban un nivel adicional de atención gubernamental y los coloca bajo los auspicios del Enviado Presidencial Especial para Asuntos de Rehenes en el Departamento de Estado. El gobierno estadounidense aún no ha incluido el caso de Griner en esa categoría.
Griner no es la única estadounidense detenida en Rusia. El veterano de los marines Trevor Reed fue condenado a nueve años de prisión en 2020 por cargos de agresión a agentes de policía en Moscú. Y el ejecutivo de seguridad corporativa de Michigan Paul Whelan está cumpliendo una sentencia de 16 años por cargos de espionaje que su familia y el gobierno de Estados Unidos han dicho que son falsos. Funcionarios estadounidenses han pedido públicamente a Moscú que los libere.
Comments