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Estados Unidos ha pedido a China que condene a Myanmar tras la ejecución de cuatro activistas prodemocráticos, entre ellos un antiguo legislador del partido de la líder derrocada Aung San Suu Kyi, en el primer uso de la pena capital en el país en más de tres décadas.
En una rueda de prensa celebrada el lunes, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que Estados Unidos pediría a otros países que condenaran las acciones de la junta de Myanmar.
“Hemos discutido el objetivo de poner a Birmania [Myanmar] volver a la senda de la democracia con prácticamente todos nuestros aliados y socios de la región”, dijo.
“Podría decirse que ningún país tiene el potencial de influir en la trayectoria de los próximos pasos de Birmania más que la RPC [People’s Republic of China],” añadió.
“Y hemos hecho un llamamiento a todos los países para que actúen con responsabilidad, para que utilicen su influencia de forma constructiva, para que utilicen su influencia de forma que sirva a los intereses del pueblo birmano y que, en última instancia, devuelva a Birmania a la senda de la democracia”.
La Junta de Myanmar informó el lunes de que el veterano demócrata Kyaw Min Yu, de 53 años, más conocido como Jimmy, fue ejecutado acusado de terrorismo junto con el ex legislador de la Liga Nacional para la Democracia Phyo Zeyar Thaw, de 41 años, y los activistas Hla Myo Aung y Aung Thura Zaw.
En una rueda de prensa, el portavoz de la Junta, Zaw Min Tun, dijo que las ejecuciones se habían llevado a cabo después de que los cuatro se defendieran ante el tribunal, informó la BBC.
“Si comparamos su sentencia con otros casos de pena de muerte, han cometido crímenes por los que deberían haber sido condenados a muerte muchas veces”, afirmó además.
Añadió que a los cuatro hombres se les había permitido hablar con sus familiares por videoconferencia antes de su ejecución, pero esto fue rebatido por la esposa de Phyo Zeyar Thaw, quien dijo que no se le había comunicado la ejecución de su marido.
Las ejecuciones han sido objeto de una amplia condena internacional.
La UE, Australia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos emitieron una declaración conjunta y se refirieron a las ejecuciones como “actos de violencia reprobables que ejemplifican aún más el desprecio del régimen por los derechos humanos y el Estado de derecho”.
Amnistía Internacional ha advertido que otras 100 personas del país han sido condenadas a muerte tras ser declaradas culpables en procedimientos similares.
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