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Una alborotadora convicta del Capitolio ha sido condenada a un mes y medio de prisión, después de afirmar que su lealtad a Donald Trump se debió a que estuvo a punto de ser golpeada por una de sus pelotas de golf.
Los fiscales dicen que Mariposa Castro, que también se hace llamar Imelda Acosta, estaba entre la turba que asaltó el Capitolio de EE.UU. el 6 de enero de 2021. En los vídeos que publicó en Facebook, se la podía ver trepando al edificio a través de una ventana rota.
“Voy a entrar”, narró, según el denuncia penal contra ella. “Voy a entrar, voy a entrar en el Capitolio. Estamos dentro. Estamos dentro de la casa del Capitolio. Entramos en el Capitolio”.
Más tarde, según la denuncia, la Sra. Castro abandonó el edificio tras respirar un “irritante químico”. En vídeos posteriores, se la pudo ver alejándose del Capitolio con otra persona, coreando mensajes amenazantes como “Ya vamos” y “Esto es la guerra”.
La Sra. Castro fue detenida 15 días después y acusada de entrar y permanecer en un edificio de acceso restringido; conducta desordenada y perturbadora en un edificio de acceso restringido; entrada violenta y conducta desordenada en un edificio del Capitolio; y desfilar, manifestarse o formar piquetes en un edificio del Capitolio.
En un acuerdo con la fiscalía, la Sra. Castro se declaró culpable sólo del cargo de desfile. El miércoles fue condenada a 45 días de prisión y a una multa de 5.000 dólares.
Antes de la sentencia, la abogada de Castro, Elita Amato, explicó el origen de la lealtad de su cliente al Sr. Trump.
“En 2006, la Sra. Acosta [aka Ms Castro] y su marido hicieron un viaje a Pebble Beach para jugar al golf”, dijo la Sra. Amato en su nota de sentencia.
“Durante una de estas partidas de golf casi les golpea una pelota de golf de otro jugador. La señora Acosta se giró para mirar en dirección al putter y vio que era Trump. Terminaron teniendo una conversación amistosa juntos”.
El abogado dijo que esto no fue necesariamente lo que convirtió a la Sra. Castro en una devota “fanática de Trump”, pero “ciertamente le dio una imagen positiva de él y lo apoyó durante su candidatura a la presidencia.”
Durante los años siguientes, la Sra. Castro asistió a numerosos mítines de Trump, y el 6 de enero, ella y su marido viajaron a Washington, DC, para asistir al discurso del presidente saliente.
Después, dijo la Sra. Amato, regresaron a su hotel en lugar de seguir a la multitud que se dirigía al Capitolio, pero tras encender la televisión y ver a los alborotadores pululando por el Capitolio, la Sra. Castro decidió unirse a ellos.
“Ahora, por supuesto, se arrepiente enormemente de esta decisión”, escribió la Sra. Amato.
En la sentencia de la Sra. Castro, el juez que supervisa el caso la amonestó con dureza.
“He estado leyendo un par de libros sobre cómo empieza la guerra civil, y gran parte de la historia se está repitiendo en nuestro país”, dijo el juez de distrito estadounidense Reggie Walton, según NBC News. “Amo este país, este país ha sido bueno conmigo, y ver lo que la gente está tratando de hacer a este país… es simplemente muy preocupante”.
La Sra. Castro expresó entre lágrimas su arrepentimiento.
“No glorifico mis acciones”, dijo. “Me dejé llevar por la energía, y si pudiera volver atrás y cambiar las cosas, definitivamente habría traído más paz”.
Desde el asalto al Capitolio del 6 de enero, más de 750 personas han sido detenidas y acusadas en relación con el mismo. El FBI ha estimado que unas 2.000 personas participaron en la insurrección.
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