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El bombardeo ruso de un teatro en Mariupol fue mucho más mortífero de lo que se estimaba, matando a cerca de 600 personas dentro y fuera del edificio, según una investigación.
Nuevas pruebas descubiertas por Associated Press sugieren que el número de muertos podría ser el doble de los citados hasta ahora.
La agencia de noticias recreó lo que ocurrió en el interior del Teatro Regional Académico de Donetsk, que había servido como principal refugio antibombas de la ciudad ucraniana bombardeada durante más de una semana antes de ser bombardeada el 16 de marzo, a partir de los relatos de 23 supervivientes, rescatistas y personas íntimamente familiarizadas con el nuevo propósito del edificio.
Se basó en dos conjuntos de planos del lugar, fotografías y vídeos tomados en el interior antes, durante y después de ese día, y en los comentarios de los expertos que revisaron la metodología. Con las comunicaciones cortadas, la gente entrando y saliendo constantemente y los recuerdos borrosos por el trauma, es imposible determinar un número exacto de víctimas.
El gobierno estimó desde el principio que murieron unas 300 personas y desde entonces ha abierto una investigación por crímenes de guerra.
Los periodistas de Associated Press llegaron a una cifra mucho mayor gracias a la reconstrucción de un modelo 3D del edificio revisado repetidamente por testigos directos, la mayoría del interior del teatro, que describieron con detalle dónde se refugiaba la gente.
Todos dijeron que al menos 100 personas estaban en una cocina de campaña justo en el exterior, y que ninguna sobrevivió.
También dijeron que las habitaciones y los pasillos del interior del edificio estaban abarrotados, con aproximadamente una persona por cada tres metros cuadrados de espacio libre.
Muchos supervivientes estimaron que había unas 1.000 personas en el interior en el momento del ataque aéreo, pero lo máximo que se vio escapar, incluidos los rescatadores, fueron unas 200. Los supervivientes salieron principalmente por la salida principal o por una de las entradas laterales; el otro lado y la parte trasera quedaron aplastados.
La investigación de AP también refuta las afirmaciones rusas de que el teatro fue demolido por las fuerzas ucranianas o que sirvió como base militar ucraniana.
Ninguno de los testigos vio a soldados ucranianos operando dentro del edificio.
Y ninguna persona dudó de que el teatro fue destruido en un ataque aéreo ruso dirigido con precisión a un objetivo civil que todos sabían que era el mayor refugio antibombas de la ciudad, con niños dentro.
James Gow, profesor de seguridad internacional en el King’s College de Londres, dijo que documentar lo ocurrido en el teatro es fundamental para establecer un patrón de crímenes contra la humanidad en Ucrania.
“Este sólido testimonio de los testigos será importante para establecer que la conducta (ilegal rusa) fue generalizada o sistemática”, dijo el Sr. Gow, que también actuó como testigo experto en el Tribunal Penal Internacional de la ONU para la antigua Yugoslavia.
Con el acceso a Mariupol cortado, muchos temen que el bombardeo del teatro presagie más crímenes de guerra que aún no se han descubierto.
El teatro estuvo en una plaza en el corazón de Mariupol durante más de 60 años: un edificio de piedra con pilares blancos, un friso clásico y un techo rojo característico. Antes se llamaba Teatro Dramático Ruso, pero las autoridades locales eliminaron la palabra “ruso” del nombre en 2015.
El asedio ruso a Mariupol comenzó en los primeros días de marzo.
Informado por Associated Press.
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