El principal sospechoso del atentado de 2015 en París en el que murieron 130 personas ha sido declarado culpable de asesinato e intento de asesinato en relación con una empresa terrorista, según ha dictaminado un tribunal francés.
La condena de Salah Abdeslam, el único superviviente del atentado, pone fin al extraordinario juicio de nueve meses celebrado en el Palacio de Justicia del siglo XIII.
Ha sido condenado a cadena perpetua sin libertad condicional por asesinato y otros cargos, la pena más dura que puede imponer la justicia francesa y que sólo se ha dictado en cuatro ocasiones.
Otros 18 hombres también han sido condenados por cargos relacionados con el terrorismo por los ataques terroristas del Estado Islámico en el teatro Bataclan, los cafés de París y el estadio nacional de Francia en 2015, mientras que un hombre fue condenado por un cargo de fraude menor.
El asalto constituyó el ataque más mortífero en tiempos de paz de la historia de Francia.
En el transcurso del juicio, Abdeslam proclamó su radicalismo, lloró, ofreció disculpas a las víctimas y suplicó a los jueces que perdonaran sus “errores.”
La mayoría de los sospechosos implicados en el atentado fueron acusados de ayudar a crear identidades falsas, transportar a los atacantes a Europa desde Siria o proporcionarles dinero, teléfonos, explosivos o armas.
Abdeslam, de 32 años, fue el único acusado de varios cargos de asesinato y secuestro como miembro de una organización terrorista.
Al comienzo del juicio, este francés nacido en Bélgica y con raíces marroquíes dijo con orgullo que era un “soldado” del Estado Islámico, que ha reivindicado la autoría de los atentados.
También dijo al tribunal que había decidido en el último momento no detonar su chaleco explosivo. El tribunal dictaminó lo contrario basándose en las investigaciones y las audiencias.
“El tribunal consideró que el chaleco explosivo funcionó mal”, dijo el juez Jean-Louis Peries.
“Todos los acusados son declarados culpables de todos los cargos”, añadió, con la excepción de los cargos de terrorismo para uno de los acusados menos destacados.
El prolongado juicio dedicó gran parte de sus procedimientos a permitir que las víctimas testificaran en detalle sobre su calvario y sus luchas para superarlo, mientras que las familias de los asesinados hablaron de lo difícil que fue seguir adelante.
Otras trece personas, 10 de las cuales también están detenidas, estuvieron también en la sala durante las audiencias, acusadas de delitos que van desde ayudar a proporcionar armas o coches a los atacantes hasta planear su participación en el atentado. Otros seis fueron juzgados en su ausencia.
Con información adicional de Associated Press y Reuters
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