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Los proyectos de planes de la Unión Europea que permitirían que la energía nuclear y del gas sigan siendo parte del camino del bloque hacia un futuro respetuoso con el clima fueron objeto de críticas inmediatas durante el fin de semana tanto de los ambientalistas como de algunos partidos políticos gobernantes en los países miembros de la UE.
En el borrador de conclusiones visto por The Associated Press, la comisión ejecutiva de la UE propone un sistema de clasificación para definir qué cuenta como inversión en energía sostenible. Bajo ciertas condiciones, permitiría que el gas y la energía nuclear fueran parte de la mezcla.
Los planes tendrían un gran impacto en las economías de energía nuclear como Francia y en las plantas de energía de gas de Alemania, ya que podrían haber tenido que cambiar fundamentalmente sus estrategias.
El uso de energía representa aproximadamente las tres cuartas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas en la UE y, por lo tanto, es fundamental para los esfuerzos del bloque de 27 países para cumplir con sus compromisos para frenar el calentamiento global.
Los planes aún necesitan el respaldo de una gran mayoría de los 27 estados miembros y una mayoría simple en el Parlamento Europeo. Pero el impulso inicial de la Comisión de la UE es un elemento clave del procedimiento de aprobación.
“Clasificar las inversiones en gas y energía nuclear como sostenibles contradice el Green Deal”, la iniciativa de la UE que tiene como objetivo hacer que el bloque sea climáticamente neutral para 2050, dijo Ska Keller, presidente del grupo Verde en el Parlamento Europeo.
Francia ha pedido que la energía nucleoeléctrica se incluya en la llamada “taxonomía” antes de fin de año, liderando la carga con varios otros países de la UE que operan plantas de energía nuclear y quieren que sea elegible para financiamiento verde.
El ministro francés de Asuntos Europeos, Clement Beaune, dijo que la propuesta es buena a nivel técnico e insistió el domingo en que el bloque “no puede convertirse en carbono neutral para 2050 sin energía nuclear”.
Alemania, la mayor economía de la UE, se dirige hacia otro lado, Alemania cerró la mitad de las seis plantas nucleares que todavía tenía en funcionamiento el viernes, un año antes de que el país cierre el telón final de su uso de la energía atómica durante décadas.
El gas es un combustible fósil contaminante, pero la UE todavía lo considera una tecnología puente para alcanzar un futuro energético más limpio.
El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, criticó el plan de clasificar las inversiones en plantas de energía nuclear y de gas como respetuosas con el clima.
“Las propuestas de la Comisión de la UE diluyen la buena etiqueta de sostenibilidad”, dijo Habeck, que representa a los ecologistas verdes de Alemania en el gobierno de coalición del país, a la agencia de noticias alemana dpa. “No vemos cómo aprobar las nuevas propuestas de la Comisión de la UE”, dijo.
“En cualquier caso, es cuestionable si este lavado verde encontrará aceptación en el mercado financiero”, enfatizó Habeck, refiriéndose a la práctica de pintar inversiones como sostenibles cuando en realidad no lo son.
En Austria, la ministra de Protección del Clima, Leonore Gewessler, de los Verdes, también rechazó enérgicamente el reglamento propuesto y dijo que “la Comisión de la UE dio un paso hacia el lavado verde de la energía nuclear y el gas fósil en una acción de noche y niebla”.
“Son dañinos para el clima y el medio ambiente y destruyen el futuro de nuestros niños”, dijo Gewessler.
La ONG medioambiental Greenpeace calificó el borrador de las propuestas de la Comisión como “una licencia para hacer un lavado verde”.
“Las empresas contaminantes estarán encantadas de tener el sello de aprobación de la UE para atraer efectivo y seguir destruyendo el planeta quemando gas fósil y produciendo desechos radiactivos”, dijo Magda Stoczkiewicz de Greenpeace.
Especialmente la energía nuclear sigue siendo extremadamente controvertida en Europa, donde muchos todavía recuerdan vívidamente el miedo que siguió al accidente nuclear de 1986 en Chernobyl, Ucrania. En Alemania, a los niños ya no se les permitió jugar afuera durante meses, no pudieron ir a cazar hongos durante años y los agricultores tuvieron que destruir toda su cosecha el año en que sucedió.
Por otro lado, las plantas nucleares liberan pocos contaminantes al aire, lo que las ha convertido en una opción, ya que las naciones de todo el mundo buscan energía limpia para cumplir con los objetivos del cambio climático.
Los activistas climáticos también dicen que depender de la energía nuclear corre el riesgo de ralentizar el despliegue de fuentes de energía renovables.
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Grieshaber informó desde Berlín. Barbara Surk contribuyó desde Niza, Francia.
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