El líder militar de Myanmar ha prometido “aniquilar” a los grupos de milicias locales que han estado luchando contra el gobierno del ejército.
El general de alto rango Min Aung Hlaing, en su intervención en un desfile militar con motivo del Día de las Fuerzas Armadas el domingo, dijo que no negociará con “grupos terroristas y sus partidarios por matar a personas inocentes” y amenazar la paz y la seguridad.
Dijo que los militares, que tomaron el poder el año pasado tras derrocar al gobierno democráticamente elegido de Aung San Suu Kyi, “los aniquilarán hasta (el) final”, según una traducción oficial de su discurso, citada por Associated Press.
“Me gustaría destacar que no hay gobiernos ni ejércitos en todo el mundo que negocien con ningún grupo terrorista”, dijo.
También instó a las minorías étnicas a no apoyar a los grupos opuestos al gobierno del ejército.
El gobierno militar de Myanmar ha declarado terroristas a las principales organizaciones que se oponen a su gobierno, independientemente de si han participado o no en algún conflicto armado. Pertenecer a ellas, o incluso estar en contacto con ellas, conlleva duras penas según la ley.
Mientras que el gobierno del ejército acusa a los militantes de la oposición de haber matado a civiles y a las fuerzas de seguridad en su campaña de resistencia, los activistas culpan a los militares de haber matado a cientos de personas en las medidas de represión desde el golpe de Estado del año pasado.
Se han producido protestas en todo el país para desafiar al ejército que han supuesto la muerte de más de 1.700 civiles, según un recuento elaborado por la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos, con frecuentes conflictos en las zonas internas de Myanmar.
La organización estadounidense Armed Conflict Location & Event Data Project (Acled), que recopila cifras de informes de noticias y publicaciones de organizaciones de derechos humanos, informa de que pueden haber muerto hasta 12.000 personas.
El gobierno militar, sin embargo, dice que esas cifras son exageradas.
A pesar de su gran número, el ejército no ha podido aplastar a las nuevas unidades de milicianos. El domingo, varios manifestantes volvieron a reunirse en las calles de Yangon, portando pancartas que decían “desarraigar a los militares fascistas”, informó la agencia de noticias Reuters.
El principal grupo de la oposición, el autodenominado Gobierno de Unidad Nacional, instó a la población a sumarse a una “Huelga de Poder” el domingo por la noche, apagando las luces y sus televisores durante 30 minutos mientras se retransmitía el desfile militar en los canales de televisión estatales.
Estados Unidos, la Unión Europea y otros 20 países emitieron una declaración para conmemorar el Día de las Fuerzas Armadas recordando a “los muertos y desplazados por la violencia durante el último año, incluyendo al menos 100 personas asesinadas sólo en este día hace un año”.
Se pidió al ejército que cesara su violencia y volviera al régimen democrático y se instó a los países a no suministrar armas a Myanmar.
El ejército, también conocido como Tatmadaw, ha prestado poca atención a estas sanciones hasta ahora, mientras que los activistas han estado diciendo que las atrocidades del gobierno militar equivalen a crímenes de guerra.
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