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El ex editor político de Fox News, Chris Stirewalt, llevaba 11 años en la compañía cuando fue “despedido” en enero de 2021 tras haber supervisado la mesa de decisiones de la cadena cuando se convirtió en la primera en llamar a Arizona para Joe Biden en las elecciones de 2020.
Fox alegó que fue destituido debido a la reestructuración junto a otros periodistas de la división de noticias que llevaban mucho tiempo en la cadena.
Pero el señor Stirewalt expone lo que cree que fue la verdadera causa de su destitución en su nuevo libro Broken News: Por qué la máquina de la ira de los medios divide a Estados Unidos y cómo contraatacar.
En un extracto obtenido por The New York Times, El Sr. Stirewalt escribe que “me despidieron después de que unos televidentes muy vocales y muy en línea -incluido el entonces presidente de los Estados Unidos- se enfurecieran cuando nuestra Mesa de Decisiones fue la primera en proyectar que Joe Biden ganaría el antiguo bastión del G.O.P. de Arizona en 2020”.
La llamada se hizo a las 23.20 horas de la noche electoral, muy por delante de las otras cadenas de noticias. La llamada enfureció al entonces presidente Donald Trump y complicó sus intentos de decir falsamente que había ganado las elecciones. Ordenó infructuosamente a su personal que hiciera que la Fox se retractara de la llamada de Arizona.
Los analistas de datos de la mesa de decisiones de Fox News respaldaron su decisión y fueron reivindicados por los resultados finales. Los índices de audiencia de la cadena cayeron cuando el Sr. Trump dijo a sus seguidores que empezaran a ver otras cadenas.
“La búsqueda de relevancia de Chris Stirewalt no tiene límites”, dijo un portavoz de Fox News a The Times. La cadena rechazó la idea de que su despido estuviera relacionado con la decisión de Arizona, señalando que el jefe de Decision Desk, Arnon Mishkin, estaría presente en las elecciones de mitad de mandato.
Los que abandonan Fox News rara vez escriben reportajes sobre la cadena debido a los acuerdos de confidencialidad o a la lealtad duradera. Pero las críticas del Sr. Stirewalt a su antiguo empleador son mordaces, ya que sostiene que Fox ha sido uno de los líderes en hacer más desagradable la democracia estadounidense, así como en radicalizar a los conservadores.
Acusa a las cadenas de fomentar “la paranoia y el odio a nivel de helicóptero negro”.
El Sr. Stirewalt describe cómo vio que la cadena daba a sus espectadores más y más de lo que querían que se les dijera durante sus 11 años allí. Este tipo de producción se hizo aún peor cuando el Sr. Trump estaba en la Casa Blanca, según el Sr. Stirewalt.
Escribe que esto llevó a la furiosa reacción a la llamada de Arizona.
“Incluso en los cuatro años transcurridos desde la anterior elección presidencial, los espectadores de Fox se habían acostumbrado aún más a la adulación y estaban menos dispuestos a escuchar noticias que desafiaran sus expectativas”, escribe el Sr. Stirewalt. “Que yo sirviera judías verdes a unos espectadores a los que se les había dado helados con cuchara durante años supuso un terrible choque para sus sistemas”.
“En medio del géiser de ira tras la llamada de Arizona, el senador Kevin Cramer, republicano de Dakota del Norte, pidió mi despido y me acusó de “encubrimiento”. ¿Encubrir qué, exactamente? No teníamos papeletas que contar ni votos electorales que adjudicar”, añade el Sr. Stirewalt.
“Si los espectadores hubieran tenido una comprensión más precisa de la carrera en el tiempo, la pérdida de Trump se habría visto como un resultado probable”, señala. “En lugar de entender su estrecha victoria en 2016 como la impactante sorpresa que fue, se les dijo a los espectadores que asumieran que las encuestas no son válidas (a menos que fueran buenas para Trump) y que los pronosticadores como yo íbamos a equivocarnos de nuevo.”
El Sr. Stirewalt critica a varias personas por su nombre en su libro, reservando una ira particular para el presentador de prime time Tucker Carlson.
“Carlson es rico y famoso”, escribe. “Sin embargo, se queja regularmente de los ‘grandes medios de comunicación heredados’. Los invitados denuncian a los ‘medios corporativos’ en su programa y el director general de Fox llama a Carlson ‘valiente’ por discutir temas controvertidos. Sin embargo, de alguna manera, nadie se ríe”.
“No hace falta ningún tipo de valor periodístico para bombear noche tras noche exactamente lo que tu audiencia quiere oír”, añade.
El Sr. Stirewalt escribe que la dieta de derechas que se sirve a los espectadores de la cadena no es para elegir más republicanos, sino para ganar más y más dinero.
Escribe que presentadores como Sean Hannity, y colaboradores como Dick Morris, el ex ayudante del presidente demócrata Bill Clinton, hicieron afirmaciones falsas a sus espectadores sobre lo bien que les iba a los republicanos en sus carreras en un esfuerzo por aumentar los índices de audiencia de Fox.
“Querían que fuera verdad porque querían que los republicanos ganaran,pero mantener a los espectadores excitados por la cercanía de la victoria de la época era un incentivo atractivo para exagerar las posibilidades del G.O.P. Era bueno para ellos aumentar las expectativas, pero no era bueno para el partido al que apoyaban”, escribe el Sr. Stirewalt.
“A pesar de todo lo que dijeron los detractores de la Fox sobre que la cadena era un portavoz del Partido Republicano, las dos organizaciones tenían objetivos fundamentalmente diferentes”, añade.
“No pretendo que siempre haya estado del lado de los ángeles”, señala. “Pero definitivamente he pagado mis cuotas”.
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