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Desde el primer día de su embarazo, la mujer colombiana sufrió desmayos. Luego empezó a vomitar constantemente y tuvo dos coágulos de sangre. Su salud no iba bien, ni la de su bebé, así que optó por abortar.
Pero la mujer, una ingeniera bogotana, tuvo que esperar casi seis meses mientras un equipo de médicos y psicólogos de su proveedor de salud pública debatía si el riesgo para su salud la hacía apta para el procedimiento. En aquel momento, la ley colombiana obligaba a los médicos a tomar una decisión en un plazo de cinco días tras la solicitud de aborto.
“Pasó marzo, abril y luego mayo. Los médicos tuvieron varias reuniones y no pasó nada”, dijo la mujer, que no quiso que se usara su nombre porque todavía no le ha contado a su familia sobre ese aborto de hace 11 años. Dijo que en un momento de su embarazo, estaba perdiendo la capacidad de caminar y finalmente pagó a un médico de una clínica privada para que realizara el aborto y certificara que estaba en riesgo.
La Corte Constitucional de Colombia dictaminó esta semana que las mujeres pueden abortar hasta la semana 24 de su embarazo sin necesidad de permisos de abogados o médicos, eliminando obstáculos casi insuperables para conseguir el procedimiento legalmente.
Anteriormente, los abortos se permitían en el país sudamericano sólo si las mujeres tenían cartas de médicos que demostraran que su salud estaba en peligro, si podían demostrar que su embarazo era consecuencia de una violación o si los médicos certificaban que el feto no tenía posibilidades de sobrevivir.
Desde 1998 hasta julio de 2019, 346 mujeres fueron castigadas por abortos -85 de ellas menores de edad-, según la fiscalía colombiana.
El tribunal dijo que la prohibición existente viola varios derechos – incluyendo a la salud, los derechos reproductivos y la libertad de conciencia. Dijo que la decisión de dar a luz o no es “un asunto muy personal, individual e intransferible”.
Con el fallo del lunes, Colombia se une a varios otros países latinoamericanos que facilitan el acceso al aborto en una región en la que algunas naciones aún prohíben por completo el procedimiento. El año pasado, Argentina legalizó el aborto hasta el tercer mes de embarazo, mientras que la Corte Suprema de México dictaminó que no se puede perseguir a las mujeres por interrumpir su embarazo.
Según la nueva sentencia de Colombia, los abortos realizados después de la semana 24 pueden seguir siendo castigados con hasta tres años de cárcel. Los grupos defensores de los derechos de la mujer afirman que su próximo reto será conseguir que se elimine el aborto del código penal del país.
“Es odioso decirles a las mujeres que interrumpir su embarazo les hará daño cuando hay tantas otras cosas que pueden causarles daño si se exponen a abortos clandestinos o a la maternidad forzada”, dijo Laura Gil, una ginecóloga que ha hecho campaña por la legalización del aborto.
La mujer de Bogotá que habló sobre su difícil camino para abortar dijo que había crecido en un hogar católico donde el aborto era un anatema. Pero ha cambiado su forma de pensar: “Esto no es un pecado”, dijo.
La mayoría de los colombianos se identifican como católicos y la fe influye en las percepciones sobre el tema. El martes, el presidente Iván Duque se pronunció en contra del fallo sobre el aborto en un popular programa de radio, diciendo que “ayudará a que el aborto se convierta en algo común, casi como el control de la natalidad.”
La Conferencia Episcopal de Colombia emitió un comunicado en el que expresa su “profundo dolor” por el fallo.
“La doctrina de la Iglesia es muy clara, la vida debe ser respetada desde el momento de la concepción hasta que ocurre la muerte. Por lo tanto, no hay lugar para permitir el aborto bajo ninguna circunstancia”, dijo el obispo Francisco Ceballos, presidente de la Comisión Episcopal para la Promoción y Defensa de la Vida de Colombia.
Algunos de los candidatos a la presidencia de Colombia habían emitido declaraciones a favor de la decisión del tribunal, incluido el líder de la izquierda Gustavo Petro, que actualmente lidera las encuestas de cara a las elecciones de mayo.
“Felicito a las mujeres que llevaron a cabo la lucha contra la penalización del aborto”, escribió Petro en su cuenta de Twitter. “El empoderamiento de las mujeres que surge de esto, la educación sexual y las libertades son una mejor forma de proteger la vida”.
El fallo de la Corte exige que el Congreso de Colombia presente una regulación clara del aborto, aunque los expertos creen que eso podría llevar algún tiempo, ya que el aborto sigue siendo polémico.
“El Congreso no podrá oponerse a los deseos de la Corte”, dijo Carolina Triviño, abogada de la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, una coalición de grupos de defensa. Juan Manuel Charry, experto constitucionalista, dijo que el Congreso podría intentar hacer algunos ajustes a las leyes de aborto, aunque éstos también podrían ser bloqueadospor el Tribunal Constitucional si considera que contradicen la sentencia de esta semana.
Por el momento, las mujeres que quieran abortar en Colombia podrán hacerlo con menos trabas burocráticas hasta las 24 semanas de embarazo. Los grupos defensores de los derechos de la mujer esperan que esto amplíe el acceso al procedimiento a las mujeres de zonas pobres y rurales que habían tenido grandes dificultades con la anterior lista de requisitos.
“No se exigirán condiciones especiales en las primeras 24 semanas”, dijo Triviño-. Señaló que los médicos pueden negarse a realizar abortos debido a sus creencias personales, pero deben pasar a su paciente a un médico que esté dispuesto a realizar el procedimiento.
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