El famoso chef David Ruggerio dice que estuvo en la Mafia durante décadas: ‘Vivía dos vidas’

David Ruggerio, el famoso chef que en su día fue una estrella de la alta cocina neoyorquina, dice que fue miembro de la Mafia durante décadas.

Ruggerio hizo la revelación en una conversación con el periodista y escritor Gabriel Sherman, publicada el jueves (24 de marzo) en Vanity Fair.

Sherman dice en el artículo que le presentaron a Ruggerio “en la primavera de 2021 por amigos que dijeron que estaba listo para hablar sobre sus años en la mafia”.

Ruggerio, oriundo de Brooklyn, formó parte del renacimiento de la cocina francesa que tuvo lugar en diversos restaurantes de la ciudad de Nueva York en las décadas de 1980 y 1990, habiendo presidido las cocinas de lugares tan emblemáticos como La Caravelle y Le Chantilly.

Según Sherman, Ruggerio “fue durante décadas -incluyendo la totalidad de su carrera como cocinero- un miembro activo de la familia mafiosa Gambino”. Su padre, Saverio Gambino, era primo del jefe del crimen Carlo Gambino.

“Estaba viviendo dos vidas”, dijo Ruggerio al periodista.

Por Vanity Fair, “su propio currículum en la mafia incluye el tráfico de heroína, el secuestro de camiones, la usura, la elaboración de libros, la extorsión y la participación en varios asesinatos notorios en el hampa”.

Ruggerio también habría dicho a la publicación que “dirigió lucrativos contratos de suministro de restaurantes a proveedores relacionados con la mafia y sobornó a funcionarios del sindicato para que sus cocinas no estuvieran sindicadas.”

Cuando se le preguntó si temía convertirse en un objetivo por hacer pública su historia en la Mafia, Ruggerio respondió: “Dejaré que las fichas caigan donde puedan. Después de perder a mi hijo, supe que esto tiene que acabar conmigo”. El hijo de Ruggerio murió de una aparente sobredosis de drogas en 2014 con 27 años.

Ruggerio fue acusado en 1998 de defraudar a una empresa de procesamiento de tarjetas de crédito y a sus clientes al supuestamente inflar las propinas -lo que negó en su entrevista con Sherman-. Se declaró culpable en 1999 de intento de hurto mayor en segundo grado y, según el New York Postfue condenado a cinco años de libertad condicional y a 500 horas de servicios comunitarios, así como a pagar 140.000 dólares.